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*Narra Ámbar*

- Te escucho - me senté en la reposera y prendi un cigarrillo.

- Quiero pedirte perdón - ya me fastidio.

- Ah ¿si? - si no fuera por Mauro no lo estaría escuchando, mucho menos muriéndome de frío acá afuera.

- Ámbar somos mejores amigos desde que nacimos, ¿vamos a dejar de serlo por una mujer? - lo que estoy odiando a Mauro en estos momentos, no tiene nombre.

- Veo que no entendiste una mierda - me miro incrédulo - ¿vos enserió pensas que me enojé por ella? ¿Tan bajo crees que caí? - el esta parado de brazos cruzados enfrente mio.

- ¿Entonces porque fue? - me miro altanero.

- ¿Vos me queres pedir perdón para recuperar nuestra amistad o porque Mauro me pidió que hable con vos? - la ventana de la habitación de Tiago, que es la que da al patio, se prendió.

- Porque sos mi mejor amiga - dijo tranquilo.

- Era, tu mejor amiga.

- Ámbar ¿vos enserió queres "separarte" de mi? - hizo comillas con los dedos.

- Sebastián, a ver si entendes algo, a mi no me molestó la piba, porque te la cogias vos, salías vos con ella, yo solamente era tu mejor amiga, que vio a tu novia con otro tipo y cuando te fui a contar, porque se supone que es lo que hacen los mejores amigos, desconfiaste de mi y me acusaste que invente todo por celos - prendi un cigarrillo, fumo para ver si el humo desata el nudo que se me hizo en la garganta.

- Ella me decía que vos inventabas las cosas, estaba enamorado y las cosas se me fueron de las manos, no veía bien las cosas - se sentó en la otra reposera y yo me levante.

- Ella te decía que yo inventaba, ¿pero vos no eras capaz de darte cuenta que la única mina que te banco veinte años, solo lo hacía para cuidarte? - se me está haciendo muy difícil hablar sin llorar.

- Ámbar yo no me imagino mi vida sin vos a mi lado, toda mi vida estuviste ahí, no puedo levantarme a la mañana sin llamarte para preguntarte si tomaste la medicación, si comiste, si estas bien, sos mi mejor amiga, yo se que la cague y mucho, pero necesito que me perdones - se levantó y me miro a los ojos.

- Sebastián vos solo me sacaste de tu vida, yo no hice nada más que intentar cuidarte - y las lágrimas salieron.

- Eso lo sé ahora, en el momento estaba enamorado Ámbar, entendeme - se puso a llorar el también.

- Me hubiera gustado que me entiendas vos a mi, en vez de creerme capaz de lastimarte - mire para arriba y vi a la mamá de Sebas, a Dante y a Mauro mirando desde la habitación de Tiago intentando no ser vistos, pero no les fue muy bien.

- Ámbar no se que hacer para que me perdones, yo hago lo que vos quieras, pero necesito que me perdones y que las cosas vuelvan a estar como antes - camino hasta mi y se me paro enfrente.

- A ver si me entendes en ese cerebro de mosquito que te dieron tus papas, yo entiendo tu dolor, pero el mio fue más grande, cuando tuviste los huevos para decirme a la cara, que yo solo decía las cosas por celos, sabiendo que junto con tu hermano, eran las personas más importantes que tenia en este puto mundo, vos te cagaste en todo eso - unir miradas, y que tanto la mía como la suya estén llenas de lágrimas, me destroza.

- No se como pedirte perdón, te juro por mi mamá que no se como hacer para retroceder el tiempo - dio un paso para adelante, y yo retrocedí uno - Ámbar ¿vos sos conciente de todo lo que estamos perdiendo? - se le empezó a quebrar la voz - toda mi vida, la pase con vos, no tengo recuerdos de irme de vacaciones sin vos, no tengo recuerdos de soplar las velitas de cualquiera de mis veintiun cumpleaños, sin vos al lado, me acuerdo de todas las pijamada mirando el quinto, escuchando música, llorando con Milagros Inesperados - se me puso la piel de gallina - no tengo recuerdos de mi vida sin vos, Ámbar vos sos mi vid.. - no lo pienso dejar terminar.

Mauro solo tenías que agendar un número - Los del Espacio 🚀🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora