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Maraton de capítulos cortos 1/3

*Narra Ámbar*

Me desperté en el sillón  más cansada que nunca, pero si seguía durmiendo no iba dormir a la noche y eso implicaba volver a sufrir el insomnio que me atormento tanto tiempo, como escuchaba música baja en la cocina fui a ver quién era, cuando entre a la cocina la música de Enzo me hizo doler mucho la cabeza y ya me hizo empezar el día mal.

- Buenas tardes bella durmiente - Enzo estaba sentado en la mesa solo.

- ¿Todo bien? - me acerque a saludarlo y bajo el volumen sin que se lo pida - gracias por lo de anoche - le puse una mano en el hombro y el la acaricio tierno.

- Nada que agradecer, somos hermanitos - me derritió el corazón.

- Hola gordo hermoso - Lucifer entraba del patio - me baño y ¿vamos a caminar un rato? - el perro se acercó a mi y yo le acaricie la cabeza - ya vengo.

Me bañe y me hizo muy bien para despabilarme y me alivio muchísimo el dolor de cabeza, baje y no había nadie, así que agarre unos auriculares, al perro y me fui a caminar con el.

Puse un mix de cuarteto que encontré en Spotify, en el camino me puse a pensar todos mis lamentos y aproveche para descargar todo y llorar sin tener que pensar que los chicos se van a preocupar o cualquiera de las excusas que pongo siempre para guardarme las cosas, así que iba llorando y "bailando" porque soy malisima, caminando con el perro hasta que llegue a un parque inmenso, con gente andando en bicicleta, en patines, corriendo o simplemente caminando y disfrutando el hermoso día que hace hoy, que nada que ver con el frío de anoche y de los días anteriores.

Iba super tranquila hasta que Lucifer me pegó un tirón super horrible, casi arrastrándome porque había un muchacho con una perra pitbull y el muy alzado, se fue atrás de ella.

- Lucifer cálmate.. - yo hacía el mayor esfuerzo que podía para retenerlo y el claramente tiene muchísima más fuerza que yo y me hizo volar más o menos.

- Hola hermoso - dijo el muchacho cuando llegamos a el, o mejor dicho, Lucifer llegó, porque se me soltó.

- Perdóname - le volví a agarrar la correa y el estaba embobado con la pitbull que no le daba ni la hora - creo que te rechazaron grandote.

- No te gastes porque esta vieja y no quiere nada con nadie - dijo el chico - soy Lucas, un gusto - me dio la mano.

- Ámbar - le respondí la mano y nos quedamos viendo como nuestros perros se olían, porque la pitbull no quería nada con Lucifer, más que olerlo.

- ¿Estas bien? - pregunto el chico cuando vio mi cara de demacrada.

- Es una larga historia.. - estoy segura que no debe tener ganas de escuchar mis lamentos.

- ¿Vos venís a caminar nada más?

- Si.

- Soy psicólogo ¿querés caminar conmigo y me contas?

- ¿Me vas a cobrar la sesión?

- Jajajajaja no, simplemente veo que tu perro se llevó bien con Atenea - miramos a los perros sentados uno al lado del otro.

Y eso hicimos, caminamos y yo empece a largar todas mis mierdas, y la verdad que se me hizo super cómodo hablar con Lucas, sin siquiera conocerlo, pude contarle mis cosas que no puedo contarle a mi novio o a mis amigos.

- Bueno, lo que yo siento que deberías hacer, es empezar a contar tus cosas, no tiene que ser precisamente con un psicólogo, puede ser con tu novio, con un amigo, un hermano.. lo que sea, pero contralo, para evitar episodios como el de anoche.

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