Akashi Seijūrō, el ex capitán de la generación milagrosa y capitán de Rakuzan tenía varios problemas, más de los que acostumbraba a tener en su vida.
Su padre Masaomi estaba actuando raro, últimamente le estaba presentando tanto mujeres como hombres para que escogiera a uno y se uniera a el en matrimonio.
Desde cuando su padre se preocupaba por sus intereses, era hora de confrontarlo y saber que pasaba, porque tanto interés en el tan de repente.
—Padre, a que se debe el repentino interés en mis gustos y en mi futuro.
—¿Qué acaso un padre no puede interesarse en el bienestar de su hijo?
—Claro que puede padre, pero viniendo de ti me sorprende.
Un suspiro fue todo lo que se escuchó antes de que el adulto tomara la palabra de nuevo.
—Me he dado cuenta de tus intereses hijo, las mucamas y mayordomos me han manifestado que has estado saliendo con tus amigos de preparatoria, te ven más feliz. Por eso he intentado enmendar mis errores, el tiempo no perdona y sé que no soy ni seré el mejor padre del mundo. Pero después de pensarlo mucho llegué a la conclusión de que todo lo que he logrado está en tus manos y no puedo darme el lujo de que hagas con el lo que quieras.
—Padre, no entiendo este repentino cambio, si lo que quieres es manipular me como siempre has hecho, prefiero retirarme.
—¿Manipularte? Siempre he querido lo mejor para ti, a pesar de que perdiste la copa esa de invierno te deje seguir jugando porque es un recuerdo de tu madre. Por ti tuve que relacionarme con gente de una clase inferior a la nuestra, tuve que entablar relaciones con familias con hijos desviados y aún así te atreves a decir que te manipuló.
—Tu también tienes un hijo desviado, nunca tuve interés en casarme, siempre vi a la gente como un objeto, pero algo regreso y me di cuenta que en esta vida limitarnos a amar un solo género o sexo está mal, me gustan tanto hombres como mujeres.
—¡Largo! No vuelvas a mi oficina, a menos que tengas un buen motivo.
Sin decir más el menos de los Akashi se fue de la oficina de su padre y en su habitación se encerró. Su padre nunca iba a cambiar y el quería vivir su propia vida, Kuroko le había de vuelto ese alegre recuerdo de su madre, su adorada madre no hubiera querido ver en lo que se había convertido.
Porque era todo tan difícil para el, porque su padre no era como el de los demás, porque tuvo que madurar a tan temprana edad, que tenía que hacer para tener la vida de los demás.
Un triste Akashi fue devuelto a la realidad por una llamada de un número desconocido, la cual contestó por pura curiosidad.
—¿Si? Con quien tengo el gusto de hablar...
—Akashi-kun que bueno que contestas, estoy en casa de Furihata-kun y queríamos invitarte a pasar el rato con nosotros, Furihata-kun necesita ayuda con matemáticas, intenté ayudarlo pero terminé peor que el...
—Kuroko, no es buen momento, tal vez en otra ocasión.
—Entiendo Akashi-kun...
—Gracias por contestar Akashi-san fuiste el único en hacerlo, perdón por importunarte... —Seijūrō lo último que escuchó fue la alegre, pero avergonzada voz de Furihata, no necesitaba verlo para saber que se trataba de su voz, los últimos meses había interactuado bastante con él, todo gracias a Kuroko.
Desde cuando alguien se molestaba por importunarlo a el, siempre lo estaban importunado, si no era su padre eran sus compañeros de instituto, que iban desde sus compañeros de club, hasta algunas mujeres que se le declaraban o algunos hombres que no dudaban de pedirle un autógrafo.
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One Shots Y Mini Historias Yaoi (TERMINADA)
Random¡Bienvenidos sean todos, damas y caballeros a este libro repleto de amor ternura, erotismo, sonrisas y muchas historias que me gustaría leer y escribir. Aquí encontrarás desde parejas del anime hasta parejas de películas, series, Country Humans, ba...