Kiyoshi x Hyuuga (Kuroko no Basket)

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Hyuuga Jumpei, hijo de un barbero y un excelente jugador de baloncesto, desde que entró en la adolescencia tiene un fuerte enamoramiento por su amiga de la infancia, Riko Aida, amor de la infancia que no le correspondía.

Si antes ya odiaba a Kiyoshi Teppei, ahora lo odiaba más, aunque realmente nunca lo odio y no lo culpa por los sentimientos que Riko desarrollo hacia el, no era su culpa, aún así ninguno podía evitar que el estuviera ahora mismo  en la azotea del instituto llorando desconsoladamente.

O al menos así fue hasta que Teppei llegó en su ayuda, era el último día del año, el último día en el que Hyuuga podría permitirse llorar, tenía que estudiar para convertirse en buen barbero o tal vez explorar en otros ámbitos, pero ahora mismo solo quería llorar, quería dejar de sentirse inútil. Pero Teppei se lo iba a impedir.

—Hyuuga a Riko no le gustaría verte en ese estado...

—Vete corazón de hierro, ve a disfrutar de tu noviazgo con Riko...

—No acepté su declaración. Riko no es mi tipo...

—Pero que cosas dices Riko es una gran mujer.

—Eso no lo pongo en duda, pero simplemente veo a Riko como una hermana menor y además me gustan las personas de corazones fuertes y bondadosos.

—Riko es tu tipo, ve con ella, te la mereces más que yo...

—Jumpei, ignorando el hecho de que me llamaste corazón de hierro y odio ser llamado así, te digo que no me agrada mucho la idea de que tú y Riko estén peleados, ambos se quieren demasiado y ambos son de las personas más unidas que he visto en la vida, no pierdan ese vínculo, por una confesión rechazada.

—No lo entiendes Teppei, nunca he destacado en muchas cosas, ser el hijo de un barbero y tener un amor incondicional por el baloncesto no me ayudaron a conquistar a lo que creí era el amor de mi vida.

—Ese es tu problema Jumpei, no crees en ti y todo lo que haces, lo haces por los demás, no por ti mismo y sé que tienes mucho para dar.

—No entiendo que haces aquí consolándome.

—Como dije antes me gustan las personas de corazón fuerte y bondadoso y bueno tú tienes ambas cualidades, no rechace s Riko porque me pareciera fea o no la quisiera, simplemente me di cuenta de que forme un vínculo contigo, ambos hemos visto al otro caer, sufrir e incluso llorar, pero hemos seguido juntos y eso me demostró cuanto te quiero y no precisamente como amigo.

—Idiota, acabo de ser rechazado y tú te aprovechas de eso declarando te, que acaso no tienes vergüenza, imbécil.

—Contigo la pierdo toda Jumpei, la perdí el día que decidí rogarte para entrar al club de baloncesto, desde entonces y para siempre harás parte de mi vida y lo quieras o no te convenceré de estar a mi lado o al menos eso intentaré.

—Teppei idiota, sabes que realmente no te odio, ese vínculo que dices tener conmigo, también lo siento y debo admitir que no te me haces feo o pasas desapercibido por mi corazón, pero no puedo corresponderte siempre me han gustado las mujeres, siempre me ha gustado Riko y no sé si algún día llegué a corresponderte, así que lo mejor es que te olvides de mí.

—Siempre tan orgulloso, ya te dije que no me iría a tu lado, las cosas con Riko no funcionaron y no por eso quiere decir que perdiste la oportunidad de amar a alguien más, el amor es tan único en cada persona que puedes pensar una cosa, pero tú corazón demuestra otra, no porque nunca te hayas fijado en una persona diferente a Riko quiere decir que no puedas amar a alguien más.

—Bonitas palabras Teppei, pero eso no me hará cambiar de opinión.

—No pierdo nada con intentarlo, acepta que ambos tenemos un vínculo inquebrantable.

—Lo tenemos Teppei, pero aun es muy pronto para pensar en enamorarme de alguien más, tal vez y solo tal vez si eres tan persistente como lo es ese chico con vista de águila en Shutoku algo puedas lograr.

—Ves lo lindo que puedes llegar a ser cuando aceptas las cosas, se necesita valentía para superar una rechazo y bueno yo estaré a tu lado siempre, sea como amigo o como pareja.

—Si, si, lo que digas. Vámonos mañana tengo un examen para entrar en la universidad. El baloncesto no persistirá en Seirin a menos que sus tres fundadores lo mantengan vivo.

—¿Acaso tú me estás invitado a estudiar la misma carrera que tú y Riko habían planeado estudiar?

—Si, que acaso esa operación de rodilla te dejo sordo. Pues claro que te estoy invitando idiota, si Riko no me corresponde no voy a obligarla, sería incapaz; si quieres mi corazón y compañía esfuérzate un poquito cada día, haber si logras algo corazón de hierro.

—Hyuuga Jumpei, no vuelvas a llamarme así...

—¿Qué vas a hacer si lo hago? ¿Regañarme?

—Por cada vez que lo digas o que hagas alusión a mis títulos en el baloncesto, te daré un beso. —Teppei no pudo evitar sonreír, ese sonrojo en Hyuuga le confirmo que realmente se había enamorado de ese hombre.

—Kiyoshi idiota, vámonos no quiero seguir perdiendo tiempo aquí, le debo una disculpa a Riko. Y tú cejitas, perdón por todo y ven acompáñame hoy y siempre.

Después de las palabras de Hyuuga ninguna de los dos dijo algo más.

Jumpei se disculpó con Riko y le propuso seguir con lo que habían planeado, con la inclusión de Kiyoshi Teppei en sus planes, Riko acepto y una vez más, los tres estuvieron juntos.

Riko se enamoró de un lindo chico de apariencia y personalidad parecidas a Teppei con la leve diferencia de que este si sabía cocinar.

Por mientras el verdadero Teppei, nunca se rindió con Hyuuga y en su último año de universidad Jumpei por fin le correspondió.

Kiyoshi siempre recordara con cariño el como un sonrojado Hyuuga, le confesó que tanta insistencia lo había hecho sentirse especial, por eso se había enamorado de él, Jumpei le menciono que no sabía cómo logró enamorarlo o siquiera como terminaron siendo pareja; pero a pesar de esas preguntas sin respuesta le confesó que el vínculo que ambos habían creado era tan único que terminó por acercarlos cada día más.

Riko, Jumpei y Teppei, se convirtieron en los entrenadores de baloncesto del instituto Seirin, llevando a su instituto al éxito se convirtieron en grandes personas y siguieron haciendo parte de ese deporte que tanto amaban y que tanto les había dado.

Hyuuga y Teppei vivían juntos en la casa de los abuelos de Kiyoshi, estos últimos no duraron mucho tiempo, su avanzada edad no se los permitía, aún así a Teppei nunca le faltó la alegría, Jumpei siempre hacia feliz a Kiyoshi con su personalidad y su orgullo disfrazado de ternura nunca lo abandonaron, además Hyuuga se volvió en el asesor de imagen personal de los jugadores de baloncesto del instituto Seirin, ser hijo de un barbero tenía sus ventajas.

Ninguno de los tres fundadores del equipo de baloncesto de Seirin, dejaron de sonreír y estar siempre juntos, Hyuuga y Teppei eran una feliz pareja de novios que fortaleció su vínculo con el pasar del tiempo y Aida Riko nunca abandonó a sus mejores amigos, los tres fueron muy felices juntos y lo seguirían siendo por mucho tiempo. 

One Shots Y Mini Historias Yaoi (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora