Richard un hombre que viaja al rededor del mundo, nunca ha encontrado un lugar o una persona a la que pueda llamar hogar. O al menos así fue hasta que a su vida llegó Nakata Seigi, un universitario que no solo cambio su vida por completo, sino que la mejoró, la hizo más feliz y le dio más motivos para seguir viviendo.
Donde antes se sentía un extraño, un extranjero, un desconocido total para el mundo ahora se sentía un hombre feliz, querido y por sobre todo amado.
Richard tiene que admitir que no fue fácil tener a Seigi como su compañero de vida, el joven era alguien muy denso en cuanto a amor y decisiones se trataba, el propio Richard reconoce que llegar al corazón de Seigi no fue fácil y es que quien puede juzgarlo, Richard en su inocente mente pensaba que Seigi ya lo amaba. No cualquiera viaja a otro país solo para verte, ofrece casarse contigo, renuncia a su amor universitario e incluso acude a ti para ser protegido de su padre, que más que una figura paterna es un acosador y vividor.
Para Richard todo indicaba que Seigi estaba enamorado de él o que al menos algo más que no fuera su bonito rostro fuera de su agrado y al parecer así fue o es.
El joven universitario si sentía algo por Richard, le gustaba su cara bonita, su belleza, su amabilidad, elegancia, su forma de ser e incluso le gustaba todo lo que Richard había logrado, prácticamente se podría decir que confundía amor con admiración, justo como le pasó con la hermosa joven de la que se había enamorado.
Y es que quien lo puede juzgar es solo un niño, un hombre que a penas está empezando a conocer la vida, el amor y todo lo que estas dos pueden ofrecer.
Aunque claro contra todo pronóstico, un año después de lo sucedido en Inglaterra, la visita no grata del padre de Seigi y su graduación, Nakata se le confesó a Richard y créanme cuando le digo que ni el propio Richard se lo espero.
—Richard me gusta tu cara bonita, si eso tu cara bonita me gusta. Espera no eso no quise decir, ósea si me gusta tú cara, pero también me gustan otras cosas de ti, por ejemplo tu trabajo si tú trabajo me gusta. Y tú forma de ser, tu dinero y eso. Eso sonó fatal. En pocas palabras me gustas y le pregunté a Tanimoto y mencionó que lo que sentía dejo de ser admiración cuando fui por ti a Inglaterra, me dijo que no cualquiera haría eso por alguien, además yo si estaba dispuesto a casarme contigo e incluso si te ibas a Sri Lanka yo iría detrás de ti, de hecho estoy aprendiendo cingalés, español, francés, mandarín y inglés para cuando te vayas del país poder seguirte y estar relacionado con el lenguaje y bueno según Tanimoto eso es amor.
—Seigi, estoy gratamente sorprendido con las palabras que me has declarado, a mi también me gustas mucho, desde hace ya un tiempo que me he enamorado de ti. Y si mi cara bonita y yo estamos dispuestos a estar en una relación contigo.
—¿Eso quiere decir que mi declaración no estuvo mal?
—Siempre te dije que tuvieras cuidado de lo que decías y como lo decías, hoy se me hizo especialmente tierno y sé lo imprudente que fuiste, así que no dejaste de ser tu para mí decirme esas palabras tan lindas. Así que sí. ¡Good for you! Mi chico inteligente.
Después de esa declaración el resto fue historia vivieron más aventuras juntos, Richard llevó a Seigi a Francia en donde conoció a la madre del mismo, también fueron a Sri Lanka donde adoptaron a dos perritos que Seigi llamó en honor al fallecido perro de la infancia de Richard e incluso fueron a Inglaterra a casarse después de muchos años juntos, en ese momento fue cuando ambos decidieron que regresarían a Japón y pasarían el resto de sus vidas juntos.
Cabe mencionar que Richard nunca dejó de ser feliz al lado de Seigi, en su larga vida juntos, el joyero nunca dejó de sonreír y reír al lado de Seigi, hubieron muchas más conversaciones divertidas, momentos románticos y graciosos que pasaron juntos.
El favorito de Richard fue el día en el que Seigi le pidió matrimonio, ese y el día que le dijo sus votos matrimoniales el día de su boda.
—Richard, cásate conmigo, Tanimoto se casó cuando estábamos en Sri Lanka y yo también quiero casarme y que mejor manera de hacerlo que con el hombre más bello que he visto en mi vida.
—Acepto Seigi, de nuevo mi lindo rostro y yo estaremos siempre a tu lado.
—¿Lo volví a decir mal verdad?
— En efecto Seigi, lo volviste hacer. Pero eso solo te hace más especial, porque es el auténtico tú quien me lo pide, así que ¡Good for you!.
—Richard, en verdad te amo, te amo demasiado a ti, a las joyas, a la joyería, lo que pasamos juntos y ¿Ya dije que te amo mucho?.
—Lo hiciste Seigi y yo también te amo.
Si para Richard fue emotivo ese momento, el día de Seigi le dio a conocer sus votos matrimoniales no pudo resistir mucho y lágrimas decoraron su bello rostro.
—Richard, en el tiempo que hemos pasado juntos me has enseñado mucho sobre las personas, sobre sus realidades y sobre mi propia vida, te amo, después de tantos años juntos ya no me avergüenza decirlo y hoy que reunido el coraje para decirte como me siento realmente no me salen las palabras que preparé para ti este día, pese a mi idiotez y nervios, no me queda nada más que decirte cuánto te amo y cuan importante eres para mí, porque creo que ambos encontramos el lugar y a la persona indicada para llamarlo nuestro hogar. Y no pienses que te veo una cosa nada de eso, eres mi maestro, mi mejor joya, mi más grande amigo y eres el bello hombre del que me enamoré, porque tú belleza no es sólo física, también es emocional y estoy agradecida de haberte ayudado esa noche de lo contrario nunca había logrado ser tan feliz como lo soy hoy en día.
Richard creyó firmemente que sus votos no podrían igualar la belleza de los de Seigi, aún así lo que si tenía seguro y lo tendría siempre es fue y será su gran amor por Seigi, porque como lo dije el mismo Nakata Seigi, ambos son la joya más preciosa y hermosa que el otro jamás conoció en vida.
Existen más momentos que Richard recuerda con adoración, como por ejemplo lo fue su primer beso, su primera vez, la primera noche juntos como pareja en un restaurante o incluso esas aventuras e historias que conocieron juntos, todo gracias a las piedras preciosas, porque al igual que ellas los seres humanos son algo que se deben pulir, cuando tienes una persona a tu lado a la que realmente le importas, jamás pierdes tu valor, jamás dejas de ser una piedra preciosa, por más daño que te hayan hecho no perderás nunca tu valor con la persona indicada.
Justo así es el amor de Seigi y Richard dos hermosas piedras y joyas preciosas que pasaron por mucho y a medida que pasaba el tiempo perdieron su valor, o al menos así fue hasta que conocieron al otro y lo hicieron y entre ambos se mantuvieron felices, brillantes, y por sobre todo se sintieron amados. Ambos habían encontrado su hogar y a su joya más preciosa.
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One Shots Y Mini Historias Yaoi (TERMINADA)
Random¡Bienvenidos sean todos, damas y caballeros a este libro repleto de amor ternura, erotismo, sonrisas y muchas historias que me gustaría leer y escribir. Aquí encontrarás desde parejas del anime hasta parejas de películas, series, Country Humans, ba...