𝑻𝑹𝑨𝑻𝑶 [𝙰𝚄 Felinette]

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El rubio se encontraba recostado sobre su cama mientras leía un libro, escuchó que alguien entraba a su habitación pero le restó importancia y continuó con su lectura hasta que se vio obligado a interrumpir su entretenimiento.

–Vengo a devolverte tu libro –dijo firme el joven modelo– estuvo mal no pedírtelo desde un principio pero quería tener un tema de conversación contigo, había notado que ese libro lo habías comenzado a leer y quería ir al corriente para al menos tener una conversación normal entre hermanos en donde no nos estuviéramos peleando por la misma chica –dejó el libro sobre el escritorio del chico– y hablando de Marinette...prometo alejarme de ustedes, si asi lo quieres, no pienso entrometerme más, siempre fui un estorbo para ti, lo admito pero te juro que no lo volveré a ser, haré lo que esté en mis manos para facilitarte las cosas y...algun día podamos ser los hermanos que éramos...o que espero que algún día seamos, porque antes te metias en problemas por mi culpa, también lamento eso –se disculpó mientras miraba fijamente a su hermano y parpadeaba seguidamente para reprimir las lágrimas.

El joven rubio de cabellera refinada estaba sorprendido, siempre esperó una disculpa de su hermano, pero en donde solo se disculpara por haberlo alejado de su amada chica, sin embargo, su hermano se estaba disculpando por su existencia.

Ahora era él quien se sentía culpable, nunca fue su intencion hacer sentir mal a su hermano, Felix no sabía que hacer en ese momento, estaba sorprendido por las repentinas disculpas de su hermano y por la decisión de alejarse, sin que él se lo pidiera, eso le facilitaba la tarea que le encargo su padre sobre evitar cualquier distracción para Adrien.

Pero se sentía culpable y confundido.

¿Por qué Adrien se estaba disculpando tan repentinamente?

No tiene lógica.

–No espero que digas nada, solo quería pedirte disculpas y...darte tranquilidad, aunque te sea difícil de creer, estoy feliz de que Marinette sea tu novia, ambos se merecen –sonrió débilmente para después caminar hacia la puerta de la habitación.

–No eres un estorbo, Adrien, solo eres inmaduro pero eso se debe a tu falta de libertad, la mayoría de tus decisiones han sido tomadas por nuestro padre, como sea, gracias por disculparte pero...¿A qué se debe tus disculpas repentinas? –preguntó levantándose de la cama para dirigirse hacia su hermano sin acercarse a él.

–Ya te lo dije, quiero mejorar la relación que hay entre nosotros, sin peleas, sin insultos, sin ningún tipo de rencor hacia el otro, somos hermanos Felix, deberíamos apoyarnos y a cambio, estamos peleando por una chica, una chica que no nos pertenece y peleamos por ella como si así lo fuera...hasta mañana –abrió la puerta y salió de la habitación.

El de peinado refinado se recargo sobre la pared mientras analizaba la respuesta de su hermano.

»Tiene razón...«

Se dirigió a su cama y miró el techo con atención mientras se perdía en sus pensamientos.

»Tengo miedo...de que te vuelva a escoger a ti por encima de mí«

»Y me siento con derecho de apostar a tu favor, porque sé que me ganarás«

Con su palma izquierda limpio la lagrima que se había escapado de su ojo izquierdo, tomó el peluche que la azabache le había fabricado y lo abrazó con fuerza.