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La suspensión de los cinco chicos había terminado.

Ese día Marinette no sentía miedo, o preocupación, ni siquiera rencor. Por alguna razón, estaba emocionada.

Una emoción que Felix le hacía sentir.

Se despidió cariñosamente de sus padres y llegó corriendo al instituto, se dirigió a su casillero, acomodó algunas cosas, pero cuando cerró su casillero, su sonrisa se desvaneció, se encontró a su mejor amiga, la morena se veía triste y preocupada.

–Mari ¿podemos hablar? –preguntó nerviosa.

La azabache la miraba seria, era su mejor amiga, pero se sentía decepcionada de ella.

Iba a aceptar pero alguien más entró a los casilleros y de lejos vio al rubio, tomó su mochila y se fue corriendo.

–Felix –lo llamó cuando logró alcanzarlo.

El chico de cabello refinado se volteo y la miró con una sonrisa, sintió un cosquilleo en el estómago y su corazón se aceleró.

–Hola Marinette –dijo con una sonrisa en el rostro.

El chico se abofeteo internamente, solo un "hola, Marinette"? Y ya? Se sintió avergonzado, él era Felix! Siempre sabía que decir, pero ella era la única que lograba corromperlo.

–Supongo que ya terminó tu castigo –tomó la mano del chico y lo guió hasta a una banca para poder sentarse y hablar tranquilos.

El de ojos esmeraldas estaba sorprendido, Marinette otra vez se había atrevido a tomar su mano, pensó en muchas cosas malas para evitar sonrojarse, y lo logró.

Supongo que si estoy castigado o no, es lo que menos importa –dijo en un tono divertido.

–Bueno, estaba pensando que podríamos ir a...–la interrumpieron.

–No, me toca elegir lo que haremos –sonrió engreído y la chica soltó una risita.

–Cierto, que haremos entonces? –preguntó entusiasmada.

Será una sorpresa.

Sonó el timbre indicando el comienzo de las clases y ambos se miraron.
Se estaban perdiendo en su contacto visual, el rubio bajó la mirada hacia los labios de la chica y siempre se había preguntado.

¿Alguien más ya tuvo la oportunidad de besarlos? ¿Cuál será su textura?

Muchas preguntas relacionadas atravesaban su cabeza, iba a hablar pero se vio interrumpido, algo que lo hizo fruncir el ceño.

Un moreno con gorra y audífonos, tomó la mano de la chica y se la llevó.

Nos vemos, Felix –sonrió apenada agitando su mano libre.

El chico sólo agitó la mano, mientras por dentro intentaba calmar sus instintos de reclamarle al chico que se había llevado a la azabache.

Adrien, mientras tanto, él estaba agradecido con su amigo, fue difícil convencer al moreno de que alejará a la chica de ojos azules de su hermano, pero logró convencerlo y se sentía aliviado.

Sonrio egocéntrico y entró a su clase, todo el tiempo estuvo pensando en Marinette, el poder arreglar las cosas con ella, en recuperar su confianza, pero se veía difícil, no era la primera vez que lograba decepcionarla pero esta vez había ido lejos, se metió con una de sus amigas, era un territorio que el no podía invadir, sin embargo, lo hizo, sin pensar en las consecuencias y concentrarse en el calor del momento, lo hizo y ahora estaba sufriendo y se arrepentía tanto.

𝑻𝑹𝑨𝑻𝑶 [𝙰𝚄 Felinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora