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El joven rubio se encontraba leyendo en la banca que acostumbraba sentarse, hasta que su lectura fue interrumpida por una linda chica de cabello largo y castaño.

¿Cómo estás, querido? –preguntó sin interés alguno pero una sonrisa arrogante se encontraba en su rostro.

–¿Empezando a molestar tan temprano, Lila? –respondió con otra pregunta mientras su vista seguía fija en las palabras que contenía aquel libro.

Te tengo noticias sobre tu novia y Adrien –mencionó en un tono divertido.

El chico miró de reojo a la castaña y volvió a lo suyo sin decir alguna palabra.

Veo que poco te importa –dijo mientras fruncia el entrecejo– veremos si esto tampoco te importa.

El chico logró ver de reojo lo que la castaña hacía en su teléfono para luego mostrarle una imagen donde Marinette se encontraba en la espalda del joven modelo.

Felix le arrebató el teléfono y con ayuda de dos dedos de su mano derecha acercó la imagen, pues ambas personas se encontraban un poco alejadas de la posición donde se había tomado aquella fotografía, deslizó la imagen en busca de más y eso obtuvo, más imágenes de Marinette montada en la espalda de Adrien.

Sin embargo, no quería demostrarle a la castaña que aquellas imágenes le habían molestado, quería mostrarse firme y sin preocupación alguna.

Debe haber una buena razón para eso –comentó con una expresión seria y luego miró su reloj.

¿Y le preguntarás? –preguntó divertida.

Si ella quiere contarme lo que sucedió ayer...bien, pero si no lo hace, no importa –cerró su libro y se puso de pie junto con sus cosas.

Es divertido ver cómo te haces el fuerte –se levantó de la banca y besó la mejilla del chico– será una pena verte llorar...

El chico frunció el ceño y la chica se alejó de él con una sonrisa burlona en el rostro.

Estaba molesto, quería reprimirlo pero también quería una explicación, pero ¿qué podía hacer? No podía acercarse a la azabache y pedirle una explicación del porqué se encontraba sobre la espalda de su hermano el día anterior, sería un acto muy impulsivo de su parte.

En el momento que se dio la vuelta para dirigirse a su clase, vio a su amada que recién llegaba al instituto, soltó un suspiro y aún con su expresión seria se acercó a ella, observando que tenía vendadas ambas rodillas. Levantó ambas cejas y apresuró sus pasos hasta llegar a ella.

¿Qué fue lo que pasó? –preguntó preocupado.

La chica se sobresaltó, estaba perdida quejándose mentalmente sobre el dolor e incomodidad que sentía en las rodillas que no se había percatado que su chico se acercaba hacia su dirección. Forzó una sonrisa para tranquilizarlo y respondió.

Tranquilo, estoy bien, solo que...–se quedó callada al buscar una excusa creíble.

No quería decir que Adrien había sido el causante de su estado, no quería que ellos volvieran a tener problemas por su causa, mucho menos cuando están empezando a convivir de nuevo.

Me caí ayer...–admitió sin muchos rodeos.

¿Que estabas haciendo? –preguntó serio.

Vi a un gato en un árbol, así que intente subir al barlo...–la interrumpió

Árbol –corrigió frunciendo el ceño.

𝑻𝑹𝑨𝑻𝑶 [𝙰𝚄 Felinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora