–Vamos! Cuéntame, quiero saber! –dijo la chica emocionada mirando a su novio por la computadora.
–¿Por qué tan interesada? –preguntó serio mientras recargaba su mejilla sobre su mano derecha.
–Porque estoy feliz de que Adrien y tú estén conviviendo! Me pone muy feliz eso, tonto! –respondió la chica con alegría.
–Fuimos a un arcade, estuvo mejor de lo que esperaba –una sonrisa adorable se dibujó en sus rostro.
La chica se removió en su asiento emocionada y dio algunas palmaditas en su escritorio por la alegría.
–Me alegra escuchar eso –comentó con una enorme sonrisa.
–¿Tienes planes mañana? Pensé que podríamos ir al cine –explicó mientras se acomodaba en su silla.
–Claro! Bueno...si no me dejan demasiada tarea, acepto encantada –respondió mientras recargaba su rostro con ambas manos.
–Genial...tengo que ir a cenar, descansa, preciosa –sé despidió con una tierna sonrisa.
–Descansa, guapo –respondió la azabache y segundos después simuló haberle enviado un beso.
El joven de ojos esmeraldas, apagó la computadora, se recargo sobre el respaldo de la silla y miró el techo, se encontraba confundido.
»No, Lila se equivoca, Marinette me ama...«
»¿De verdad me ama? Claro! Solo que es muy pronto para decirlo«
»No debo permitir que las palabras de Lila me manipulen«
»Solo estoy paranoico«
Soltó un suspiro de cansancio, se levantó de la silla y caminó a la puerta de su habitación para luego dirigirse hacia el comedor de su hogar.
A la mañana siguiente, ambos rubios de ojos esmeraldas se encontraban en el auto que los llevaba al instituto, Adrien no paraba de hablar entusiasmado mientras que Felix solo lo miraba con una expresión seria.
–Deberíamos hacerlo más seguido, me divertí mucho ¿recuerdas cuando aventé el pequeño balón de baloncesto y no entró en la canasta pero si te golpeó en la cara? –soltó una carcajada mientras que su hermano sólo desvío la mirada hacia la ventana.
–Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer –dijo sarcástico mientras ponía los ojos en blanco.
–Fue gracioso –dijo en cuanto su carcajada se apagó.
–Lo haremos otro día que tengas tiempo –respondió mientras miraba el paisaje.
–Espero que sea pronto –comentó con una amplia sonrisa en el rostro.
El joven rubio continuaba observando el paisaje, ese día no se había levantando de buen humor y quería evitar cualquier disgusto.
Al llegar al instituto, ambos salieron del auto para luego adentrarse al edificio.
Felix caminó hasta la banca donde solía sentarse cada día sin falta y Adrien se dirigió a los casilleros como normalmente lo hacia al llegar.
La chica de ojos azules corría por todo el departamento, había pospuesto su alarma tantas veces que ahora ya se le había hecho tarde, tenía una manzana a medio comer en la boca, su mochila en un hombro, un cabello rebelde sin peinar y sus manos estaban ocupadas terminando de ponerse aquellos sencillos zapatos.
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𝑻𝑹𝑨𝑻𝑶 [𝙰𝚄 Felinette]
Fanfiction𝐿𝑎𝑠 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑎𝑛, 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑠𝑎𝑚𝑜𝑠, 𝑛𝑜 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑠𝑜𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑐𝑡𝑎𝑠, 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑙𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑝𝑟𝑒𝑡𝑎𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑦 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑝𝑢𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́...