Pacto de Amor (Usted es la mujer que yo necesito)

Capítulo 37

-¿QUÉ? ESTO ES UNA BROMA O QUE? ¡PERO NUNCA! NOSOTROS VALENCIA NUNCA ACORDAREMOS GESTIONAR NUESTRA EMPRESA!

-Pero ella no será "solo" un miembro de la Junta, Marcela, como un miembro más, como Gu-tiérrez o Nicolás! ¡No! Según el juez para que se haga y ratifique el acuerdo, Beatriz Pinzón como presidenta de Terramoda, que tiene el embargo sobre Ecomoda, ¡debe ser nominada y asumir la presidencia de Ecomoda de inmediato!

Marcela no podía creer lo que estaba escuchando, ¿qué quieres decir? Betty no solo iba a estar en la junta de su empresa, sino que se convertiría en presidenta. No podía permitir eso.

-Sólo será temporal, mientras dure el embargo.

-¡PERO NI UN DÍA! ¿ÉL ESCUCHÓ?

-¡Está bien, Marcela! Entonces, vayamos a la corte ahora y digamos al juez que uno de los accionistas no está de acuerdo y por eso, el acuerdo está roto.

-¡Mejor que ver a esta mujer como presidenta de mi empresa!

-Espero que ¡tengas suficiente dinero para comprar Ecomoda en la subasta!

-¿Como asi?

-Subasta judicial para saldar la deuda con Terramoda, porque si no hacemos eso, alguien puede adquirir la empresa o Betty puede solicitar la cancelación de la Subasta y asumir la Presidencia de Ecomoda de todos modos, ¡porque la empresa ya es de ella!

-¡Esto no puede ser! Entonces, ¿no tenemos otra opción?

-En el momento no.

-¿PORQUE? ¿POR QUÉ HIZO ESTO CON NUESTRA EMPRESA?

-¡No tenía otra opción, Marcela!

-¡YO DEBERIA HABER APOYADO A MI HERMANO!

-¡No, Marcela, no! Sabes que pude haber sido imprudente, pero una cosa es segura: Ecomoda existe y saldrá de esto. Y tendremos nuestra empresa, pero si fuera su hermano, ¡la habría dividido y vendido todo!

-¿Y qué crees que va a hacer esta "mujer"?

-¡Confió en ella! ¡Ella no hará nada contra nosotros! Al contrario, ¡se hará cargo de esta empresa tan bien como mi papá!

-No lo creo, porque te dio un mal consejo y solo estamos en esta situación por ella.

-¡No! Somos porque no lo escuché, cuando me aconsejó que dijera que no llegaría a la meta, cuando dijo que no quería que pusiera la empresa en su nombre, a amenacé, le dijó que pensé que sería lincondicional conmigo.

-¡Está bien! Por ti, le daré un voto de confianza a ella, ¡pero solo una vez más! Apoyaré tu decisión y la de Roberto.

-Gracias, Marcela.

-Dame un abrazo para sellar esto. Por Favor!

Marcela lo abrazó y él dejó. A pesar de todo, la estimaba. La había conocido desde siempre. El error fue pensar que podrían ser pareja. Pero Marcela no lo creía así.

Mientras se acercaban, él la besó en la mejilla y ella le devolvió uno en la boca. Y seguio besandolo. Aunque él no correspondió, se quedó callado, sin protestar ni participar, necesitaba su apoyo en la junta. Y estaría bien, si en ese momento no llegaran las chicas del cuartel y también Betty con su padre.

Al ver que Betty llegaba, Armando entró en pánico, no pudo regañar a Marcela, ni explicarle a Betty. Tendría que esperar.

-¡UY! ¡Estos dos! Luchan y siempre vuelven. - dijo Mariana

-¿Se aman de fondo? Preguntó Sandra

-Ah ... ¡Don Armando ama a todas las mujeres! - dijo Sofía - ¡Quieres pasar todas las bellas por su cama!

-¿Es este el comportamiento de una dama, señora?

-¡Oh, lo siento, Don Hermes!

Al llegar Betty encontró con su papá se fue directo a la Presidencia, donde estaban don Roberto y doña Margarita.

-Ayer, cuando se fueron, le explicamos todo a Marcela y ella aceptó a regañadientes

"Ya sé, qué condiciones y que no fue tan a regañadientes ..." - pensó Betty

-Bien, don Roberto.

De pronto, llegaron Marcela y Armando. Cuando vieron a Betty y Hermes, Armando se sintió aún más avergonzado.

-¡Voy a mi oficina, mi amor! –dijó Marcela y lo besó en la boca –¡Ya lo encontró en la Sala de Juntas!

-Voy contigo, querida. -dijó Margarita.

-Hermes, quería hablarte un poco.

-Sí.

Betty iba a acompañarlos, pero Roberto dijó que quería hablar solo con su papá antes de la Junta.

Pronto Betty se encontró sola con Armando en la sala de la presidencia, iba a poner una excusa, pero no tuve tiempo.

-Betty ... lo que viste no es lo que parece.

-Perdon. No quiero hablar sobre eso. Ella es "su novia" y tiene "sus derechos". Soy un entrometida y no tengo que quejarme de nada.

-¡Las cosas no son así, Betty!

-¡Son así y yo acepté!

-Betty ... (le toca los brazos ligeramente, haciendo que se le erice la piel y le susurra al oído.)

-... -ella se queda calladita

-Pacto de amor, ¿recuerdas? Te seré fiel, como tú me serás a mí y confiaremos el uno en el otro.

-¡No quiero hablar de eso! Llegaste con ella.

-Cuando llegué a mi apartamento, ella estaba allí.

Pronto, don Roberto los llama.

-¡No olvides lo que acordamos!-dijó él.

Luego entran y todos los ejecutivos están en la Junta. Todos sienten un escalofrío. Es la llegada del vampiro de Ecomoda, Daniel Valencia.

-¡Buenas tardes! ¿A qué debo esta reunión? Saben que mi agenda está muy ocupada y les aseguro que no se trata de teléfonos de las mujeres con las que ya me acosté como la de Armandito. –dijo, irónico.

- ¡Siéntate, Daniel! Yo fue quien convocó a la reunión y no Armando.

-Lo siento, Roberto. ¡No sabía! ¿Pero de qué se trata?

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