Pacto de Amor (Usted es la mujer que yo necesito)

Capítulo 1 El viaje, la invitación y la bolsa

Betty había recibido una tarjeta de su amado y estaba encantada.

-¡Gracias Dios por poner en mi camino a un hombre como Don Armando, transparente, honesto y con una enorme capacidad de amar por encima de los prejuicios! ¡Cómo lo amo!

  Mientras Betty en su oficina, suspira, luego de conocer a Armando e intercambiar miradas, Mário llega y quiere saber todos los detalles, pero Armando no quiere decir nada, solo dice que hicieron el amor y que lo que hacen con Betty es un crimen. Mário se da cuenta de que su amigo está visiblemente influenciado por Betty y planea convencer a su amigo de que envíe a Betty a algún lugar lejano y, aunque no le gusta mucho la idea, comienza a pensar que entre Armando quedarse con el vampirin o casarse con Marcela, lo mejor es segunda opción. Al menos, que Armando de Marcela era su viejo amigo, con quien compartía las fiestas, las mujeres, que no le guardaba secretos. Este desde que estaba con Betty era reservado, raro, se negaba a contar detalles de su relación con ella. 

No, definitivamente, su amigo era raro. En ese dia, el ambiente no era el más agradable en la empresa, Betty había hablado con los proveedores, como San Remo y se habían negado a tratar con la asistente, solo con el presidente, de presidente a presidente. Y para que el lanzamiento no se retrasara todo se debería arreglar esa tarde o no se cerraría el trato. Con eso, Betty tuvo que dar la noticia a Marcela y Armando, y la novia gritó y ofendió a Betty una vez más por pensar que todo fue una conspiración para que los dos no viajaran juntos. Betty ofendió una vez más, por pensar que era más un plan de ella ayudar a supuesta amante de Armando. Incluso amenazó con cancelar la boda. Algo que aunque Armando quería, no podía permitirlo o las Valencia se les pasaban encima. En medio de insultos y agresiones llega la ex Miss Mundo Cecília Bolloco, ahora (año 2000) una de las mayores presentadoras de televisión de Chile. La pobre visitante presenció escenas muy embarazosas, cuando se percató de su presencia en los pasillos, Armando murió de vergüenza. Pero el daño ya estaba hecho, así que Cecilia fue a almorzar con Hugo. Mário, vuelve a hablar con Armando quien dice que le escribió una tarjeta a Betty, pero no sabía si le había salido bien. La inseguridad de Armando hacia Betty es todo lo que Mario necesita para controlar sus pasos. El amigo promete que antes de irse, dejará una bolsa com detalles y regalos, las tarjetas que ya había escrito y un guión para que no descuide, al fin y al cabo, para Mário, la empresa sigue en peligro en manos de Betty por culpa de Nicolás. A pesar de la burla del amigo, por haber escrito cosas tan inspiradoras para una fea, Armando decidió entregarle la tarjeta de esa manera y el resultado es que

Betty amaba todo lo que había escrito, especialmente: "Fe en tu cuerpo, en tu piel, en tu forma de amar, porque es sensible y muy especial".

-¡Este es el más hermoso que he recibido!

Betty estaba tan conmovida que no pudo resistirse y lo abrazó tiernamente en medio de la sala de la Presidencia, él corespondió, tiernamente, besándole la frente. Marcela no los atrapó por poco. Betty luego dio la excusa de que necesitaban confirmar el almuerzo en el club con la gente de San Remo. Incluso enojada y molesta, Marcela termina haciendo las paces con Armando antes de prepararse para viajar. Después de que Marcela se fue, Armando fue a la Producción para ver cómo iban las cosas.

-Betty, arreglaré algunas cosas, nos vemos luego, ¿no? ¡Antes de ir al club!

-¡Sí, Don Armando!

Cuando ve a Don Armando bajando por el ascensor, Betty, un poco más feliz porque su jefe no estaría viajando (no podría pasar tanto tiempo sin él) y solo Marcela y Mário, sale de la sala sonriendo, para arreglar el almuerzo con las chicas de cuartel, para después de que los jefes se fueran a almorzar, antes de viajar. En ese momento, Marcela, frente a todos, invita y prácticamente obliga a Betty a almorzar con ella, en Lenoir.

-Sí, doña Marcela.

¡Nos veremos en el pasillo en 40 minutos! ¡Sin retraso! -Marcela ordenó a Betty

-¡Si, Donã Marcela!

Luego Marcela se volvió hacia Mario.

Mario, ¿te vemos en el aeropuerto o nos vamos de aquí?

-Uh, iré a algún lado antes ... ¡Nos vemos allí! (Buscando camuflar lo que tenía en las manos, Mário escondió el objeto detrás de él y cuando llegó a su oficina, lo colocó al frente. Era la bolsa azul con los detalles. Él cerró su puerta con llave y siguió organizándola).

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