Durante años Jimin y Taehyung han sido los mejores amigos del vecindario.
¿Qué sucedia cuando ambos estaban realmente interesados en la misma chica?
Una renovada y completamente destrozada chica que abandonó sus vidas cuando recién eran unos niños...
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A la mañana siguiente me desperté y mi novio seguía profundamente dormido, él estaba ahí tranquilamente, me quedé admirándolo un momento y recordando lo que habíamos hecho una noche pasada, definitivamente había tomado una buena decisión, sólo esperaba que mis amigos no nos hayan escuchado, sé que no pasaría de recibir algunas burlas, pero después de aquella ocasión en casa de Hobi me di cuenta que mi vida privada me gustaba de esa manera, no necesitaba que fuera un tema de conversación para nadie.
Escuché algunos ruidos fuera de la tienda, miré si Jimin se despertaba, pero se notaba profundamente dormido, volví a escuchar pasos, me levanté cuidadosamente y me puse ropa, sí que mi novio tenía el sueño profundo, abrí el cierre de la casa y vi a Taehyung caminando de un lado a otro nervioso, cuando me miró de detuvo y me regaló una sonrisa.
- Hola, Minnie, ¿no ha despertado Jimin?
Salí de la casa acomodando mi ropa y acostumbrándome a la luz del sol, me estiré y negué en respuesta de su pregunta, él suspiró y me miró detenidamente, me hizo fruncir el ceño, se veía que se estaba cuestionando algo de manera interna, al final me tomó de la mano y nos alejó de todo, no sabía qué tenía, pero se veía emocionado y nervioso al mismo tiempo.
- Seguimos siendo mejores amigos, ¿no?
- Sabes que sí, Tata.
Asintió, cuando estuvimos lo más lejos posible se puso frente a mí y sonrió, aquello me hizo hacerlo a mí, pero no entendía qué estaba pasando exactamente.
- Min Jun, lo he hecho.
- ¿Qué has hecho?
- Ya sabes
- No, no sé.
Sí sabía, porque Jimin me había dicho sus planes, pero no podía echar de cabeza a mi novio sobre contar la intimidad de su amigo, además de que estaba disfrutando como se le tornaban las mejillas rojas, se veía adorable. Joder, quería pensar en Taehyung teniendo relaciones, pero no podía, era demasiado lindo, ¿cómo era él en esa intimidad?
- Ah, Min Jun, no me lo hagas difícil.
- Sólo dilo.
- Tuvimos sexo.
Las mejillas estaban rojas a todo lo que da, incluso sus orejas, lo miré risueña, quería reírme por su vergüenza al decirlo, pero no me atreví, no podía hacerlo pasar por eso, él estaba confiando en mí.
- ¿Y qué tal estuvo?
- Muy bien – se tapó la cara – No puedo creer que no lo haya hecho antes nunca, debí hacerlo muchas veces como Jimin, ahora lo entiendo bien.
Aquello me hizo mirarlo mal y se disculpó, él sabía a la perfección que la vida sexual activa de mi novio antes de conocerme me hacía sentir ligeramente incómoda, a pesar de que estaba trabajando en ello.
