Durante años Jimin y Taehyung han sido los mejores amigos del vecindario.
¿Qué sucedia cuando ambos estaban realmente interesados en la misma chica?
Una renovada y completamente destrozada chica que abandonó sus vidas cuando recién eran unos niños...
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- ¿Y aun así piensas llevarlo al viaje? – Joo rodó los ojos – No entiendo qué trae Park Jimin, si le está pasando algo que lo diga, joder, que dolor de cabeza.
- Tal vez en serio las cosas no son tan sencillas – Vicky era la más sensata de nosotras – Tendríamos que esperar a saber por qué se está portando así.
- ¿Y cuánto tiempo va a esperarlo? – Bren tomó la palabra – ¿Cuándo va a tener los huevos de decirte las cosas? Mierda, yo en serio todo este tiempo los he apoyado tanto y me ha defraudado una tras otra vez, no deberías llevarlo contigo, dile que se joda y lárgate, es más, ¿por qué no llevas a alguna de nosotras o a Taehyung? He cambiado de equipo, Kim Taehyung jamás te hubiera hecho esto.
Las últimas caras de mis amigas indicaban que Bren debía callarse porque alguien estaba detrás de nosotras, yo no tuve el valor de voltear, al contrario, quería largarme de ahí.
- ¿Por qué no paran de hacer caras raras, malditas extrañas?
- Quizá porque estoy detrás de ti.
La voz de Jimin sonaba apagada, suspiré al escucharlo, quería que me tragara la tierra y yo ni siquiera había sido la que había hablado así de él, que quizá estaba permitiendo que mis amigas se expresaran así de él, pero yo estaba en blanco en cuanto a mi postura de mi situación amorosa.
- Ah, Jimin – Bren por un momento se descompuso, pero pronto se recuperó – Ah, no me importa – se levantó – ojalá te haya dolido.
- ¡Bren!
Vicky comenzó a regañarla, tomó a mi amiga y se alejaron de nosotros entre gritos y quejas, sorpresivamente Joo se quedó a mi lado viéndome, quizá esperando una reacción de mi parte, pero no sabía qué hacer, ya tenía días que no comía y cada vez dormía menos, no tenía fuerza para pelear y mucho menos para meterme en más problemas, las palabras de la gente me rebotaban porque simplemente no cabía una idea más.
- ¿Estás bien, Jun?
Asentí, pero supuse que el simple hecho de que no pudiera hablar le dio una alerta, la vi voltear hacia arriba en dirección a Jimin, no supe interpretar la mirada de mi amiga y no había visto aún la cara de quien se suponía seguía siendo mi novio.
- ¿Quieres que corra a Jimin de aquí? Puedo hacerlo, en serio, no es rival.
- Está bien Joo – mi amiga no estaba de acuerdo conmigo, pero vi que se relajaba cuando me escuchó hablar de nuevo – puedes ir a casa tranquila.
- De acuerdo – asintió y dejó un beso en mi frente – te quiero, Jun, y sé que este imbécil me está escuchando, pero a mí la que me importa eres tú y no quiero que sigas malpasándote porque un idiota no es capaz de decirte lo que está pasando con él, mierda Min Jun, ya me voy antes de que esto se ponga peor.
