Durante años Jimin y Taehyung han sido los mejores amigos del vecindario.
¿Qué sucedia cuando ambos estaban realmente interesados en la misma chica?
Una renovada y completamente destrozada chica que abandonó sus vidas cuando recién eran unos niños...
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Cuando estábamos frente a la puerta de nuestra habitación Jimin se puso demasiado cerca de mí.
- Jimin, intento abrir la puerta.
- No te estoy agarrando – sentí que se pegó aún más a mí – aún.
La mano me temblaba y él lo notó porque soltó una risita cuando metí la tarjeta y vimos la luz verde indicando que podíamos entrar ahora, giré la perilla y entré con mi novio siguiéndome de cerca, pero antes de que pudiera adentrarme demasiado él me tomó de la mano, me jaló y me pegó contra la puerta, lo que hizo que se terminara de cerrar.
- Señorita, Min Jun, me parece que está tarde ha estado un poquito traviesa.
- No hice nada malo – le hice un puchero – ¿O de qué me vas a acusar?
- Creo que por momentos olvidó quién es su novio – me puso la mano en la cintura y comenzó a bajar lentamente – te vi poner tus manos en otra persona, Min Jun y eso no me gustó.
Me enderecé cuando sentí que ya tenía su mano en mi trasero, le hice frente y sonreí tan inocente como pude.
- Y realmente no me arrepiento.
- ¿Perdón? – me dio un apretón en la nalga que me hizo soltar un respingo de la sorpresa – ¿Me lo repites? Es que parece que ya no escucho bien.
- Que no me arrepiento – se lo dije tan cerca que mis labios rozaron con los de él – Era guapo.
Lo siguiente que sentí fue una nalgada, sorpresivamente eso sólo me había encendido mucho más, cuando Jimin y yo entrabamos en estos juegos en verdad ambos poníamos de nuestra parte, los dos nos adentrábamos en la situación y tomando en cuenta nuestra situación actual esto nos daba un momento refrescante, quizá lo que necesitábamos.
- ¿Mas guapo que tu novio?
Le hice una seña con los dedos que indicaba "poquito", me cargó y me llevó a la habitación, supongo que habrá que explicarle a Yoongi más tarde la razón por la que estoy caminando de forma extraña...
Jimin y yo nos quedamos dormidos después de hacerlo, me desperté antes que él y me quedé mirando su rostro, ahora mismo lucía como un ángel y me parecía increíble pensar que hace un rato estaba haciéndome cosas no tan santas, habíamos tenido el mejor sexo, ambos estábamos tan deseosos que sin duda lo dejamos fluir tan bien, no hubo distracciones, supimos reconocer que sólo éramos nosotros dos disfrutando el uno del otro, esta ocasión jamás se me olvidaría en lo absoluto.
- Sé que me estás viendo.
- No me cansaría de hacerlo.
Abrió sus ojos, pero pronto volvieron a cerrarse por la sonrisa que me regaló, Park Jimin era el hombre de mi vida y yo no tenía dudas de ello, mi primer amor era mi amor verdadero.
