BAJO LA LUZ DE LA LUNA ✨🌕 - NAMJIN

Capitulo 1

— ¡Corre, corre, corre! — Gritaba a su compañero.

— ¡¿Por qué me haces esto!? — Le gritó de vuelta mientras corría por los pasillos del lugar —, ¡Estoy muerto por tu culpa!

— ¡No te quejes y corre!¡Jin nos va a colgar! — Dijo y se carcajeó. Luego, se detuvo y agarró la muñeca de su compañero para correr nuevamente y esconderse detrás de las paredes del salón — Sonrió —. No nos encontrará aquí.

— No sé ni porqué soy tu amigo. Siempre nos metes en problemas — Rodó los ojos.

— Hobi, para tu información, esas abejas no le harán nada. No si corre. Además, si lo alcanzan, solo tendrá unos leves piquetes — Río a lo que su compañero le vió con mala cara.

El año estaba empezando y era hora de volver a clases, pero para nuestros queridos protagonistas sería la universidad. El cielo se veía claro y hermoso. La ciudad estaba tranquila como siempre y todos se movían lentamente sin apuro alguno.

Anteriormente, hace muchos años atrás, hubo una gran revuelta entre dos mundos: Vampiros y humanos. Se decía que habían entre los humanos, o bueno, entre todos nosotros, vampiros, los cuales convivían como personas normales. Ese era un rumor que no mucha gente se creía, y otras que sí. Aquellas personas vivían con el gran miedo de toparse con alguna criatura de esas.

En sus casas mantenían las ventanas y puertas selladas con mucha sal a su alrededor para que no lograran entrar, además de llevar consigo a todas partes uno que otro diente de ajo; según se decía era efectivo para lastimar la sensibilidad del vampiro. Vivieron así muchos años, hasta el punto de hartarse de ello y comenzar a casar a dichas criaturas. Murieron muchas personas a causa de ello, además de también salir lastimadas. Los vampiros no fueron un blanco fácil, ya que ellos decidieron atacar también, y entre ellos muchos vampiros fueron capturados y quemados.

Esa guerra entre ambos mundos duro mucho tiempo. De unos cuantos años. Todo era un campo de batalla, hasta que un día, de la noche a la mañana todo paró. Desde entonces, nunca se volvió a ver un vampiro, o, a algún desaparecido. Parecía que al final los habían acabado o se habían marchado de la ciudad.

Siguieron pasando los años y las personas poco a poco olvidaron dicha guerra. Pero se dice que todavía hay mitos de que existen y nunca se extinguieron. Pero eso es un rumor.

¿O no?

Muchas de las personas que vivieron en esas épocas pasaban sus historias y recuerdos a sus generaciones, por lo cual dichas creencias de los vampiros siguen con vida. También, se dice que existen libros de vampiros que contienen mucha información del cómo fueron y que hacer en caso de que alguna de esas criaturas siguieran con vida.

Actualmente nadie cree esas historias y mitos de que los vampiros existen. Lo toman con gracia y se ríen de ello. Creen que eso es otra de las muchas historias que le cuentan a los niños para asustarlos.

Y he aquí la ciudad donde muchos años atrás ocurrió tal incidente. Calmada y hermosa.

— Jungkook, no voy a ayudarte a hacer la tarea. Hazla tu mismo — Dijo mientras observaba un libro y pasaba la página —. La mayoría del tiempo la hago por ti. ¿Así qué vas a aprender?

— Jin, por favor. No me la harás, solo escribirás un resumen de la literatura — Habló haciendo puchero mientras el contrario seguía fijo en el libro.

SeokJin elevó la mirada de su libro un poco y miró a su compañero con aquel puchero. Lo miró sin expresión, pero Jungkook pareció ganarle. Nunca se podía negar a ayudar a ese chico perezoso.

— De acuerdo, pero luego lo copias con tu letra — Levantó la mirada del libro y buscó su mochila para luego sacar un cuaderno y ponerse a escribir —. ¡Ah! Y otra cosa. Dile a tu novio que se prepare porque a la salida habrá una lápida de él bien decorada y hermosa allá afuera.

— ¿Qué te hizo ahora? — Dijo conteniendo las ganas de reír.

— Estábamos en la entrada y encontramos un panal de abejas. Jimin dijo que las iba a poner furiosas y pues yo creí que... — Frunció el ceño en lo que se quejaba —, Ahg, lo que me pone furioso es que les lanzara una piedra. Las abejas se alborotaron y él solo salió corriendo junto a Hobi. Me dejaron ahí para que me picaran. ¡Me picaron cinco, Jungkook!¡CINCO!

— ¿No crees qué eres muy dramático? — Alzó una ceja.

Jin iba a protestar, pero la campana sonó y eso fue como una llama en sus corazones. Era hora de ir a casa. Habían estado en la biblioteca mucho tiempo, ya que los habían castigado a los dos por culpa de Jimin. Ellos se molestaron con el chico, ¿pero qué podían hacer? Jimin siempre los metería en problemas y debían acostumbrarse.

— Que bueno que no se me inflamó mucho el brazo y las demás parte donde me picaron — Suspiró mientras recogía sus cosas de la mesa.

— Ya, ya, yo hablaré con él — Abraza a SeokJin por el hombro con una sonrisa.

Jin recogió sus cosas metiéndolas a su mochila y seguido lo hizo Jungkook. Tomaron los libros que habían utilizado y los organizaron en sus respectivos lugares; salieron lo más apresurado posible y llegaron a la entrada donde se encontraron con Jimin y Hoseok, los cuales estaban hablando y fastidiando a otros universitarios.

Y como fuese de esperar, Jin tomó del brazo a Jimin y empezó a gritarle y a regañarle, ganando la atención de las personas que caminaban alrededor. Mientras, los otros dos chicos solo se reían de lo graciosos que se veían Jin y Jimin peleando. Como los chicos vivían un poco cerca de sus casas, se iban siempre juntos, charlando y hablando de todo lo que podían. A cierto punto debían separarse y tomar caminos diferentes.

Jin vivía muy alejado de la cuidad, pero no le molestaba caminar. De hecho le agradaba, además de caminar hasta cierto punto con sus amigos. Sus únicos amigos desde que tiene memoria. A decir verdad, Jin era un chico un poco tímido y no hablaba con nadie, a menos que las personas se acercaran a hablarle. No tenía muchos amigos, pero si tenía muchos pretendientes. Chicos y chicas. A todos rechazaba ya que el no se sentía atraído por ninguno de ellos o ellas. Fue así durante los últimos cinco años.

Se sentía muy afortunado de tener amigos como ellos. Tenía una vida feliz y tranquila.

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