BAJO LA LUZ DE LA LUNA ✨🌕 - NAMJIN

Capitulo 35

El ruido de aquella voz paralizaba su cuerpo, sentía que con solo respirar podría aparecer frente a sus ojos, también, sentía que podía oír los latidos de su corazón. Estaba cubriendo su boca con sus dos manos, su cuerpo temblaba mucho y sus ojos se encontraban llorosos. Incluso estaba trabajando mucho con el control de su respiración.

— Jugar al escondite con un humano es un pasatiempos muy divertido.

Escuchó Jin fuera del armario donde se encontraba escondido. A su lado, lo único que había eran varias mudas de ropa de color negro que tenían un leve aroma a sangre y polvo. Habían varias espadas acomodadas en un rincón junto con otro tipo de armas, por lo que aún con sus manos temblando, descubrió su boca y con estas temblando, dirijo su vista a las espadas.

Su respiración se puso más pesada, así que tuvo que respirar por su boca muy lentamente hasta poder estirarse hasta alcanzar el mango de una de las muchas espadas que se encontraban allí. Tan solo movió una, las demás cayeron creando un sonido estruendoso que aceleró su corazón hasta el punto de que su sangre comenzó a circular con rapidez por su cuerpo.

Su única acción fue tomar fuerte el mango de la espada y salir de su escondite a mucha velocidad hasta estampar su espalda con una de las paredes de la habitación, justo detrás de la puerta.

Sus manos seguían temblando, su respiración se hacía más díficil de controlar y sus piernas estaban débiles. Le dolía el cuerpo, porque apesar de que durmió un poco, no había sido suficiente el descanso luego de haber dormido con el vampiro. Pensaba en él, quería que estuviera allí para que lo ayudara, estaba asustado y solo quería estar en su casa mientras era abrazado por Namjoon. Quería que acabara. Además de eso, no quería ser almuerzo de Vampiros, no quería que lo encontraran y mucho menos quería morir.

Unas lagrimas cayeron por sus mejillas, mientras con sus dos manos apretaba el mango de la espada justo sobre su pecho. Aún tenía su ropa de antes, solo que ahora calzaba unas botas negras que llegaban hasta sus rodillas. Las había encontrado en la antigua habitación donde se había ocultado. Aquel Vampiro daba mucho miedo y más cuando lo miró por primera vez.

Aquel Vampiro tenía una mirada aterradora y a como pensaba que era, aquel sujeto aparentaba tener unos treinta y seis años. No sabía a donde se habían llevado a Hoseok y por ello también estaba asustado. Estaba solo en ese castillo, rodeado de muchos chupasangre que si llegaban a encontrarlo estaba seguro que acabarían con su vida. Odiaba eso, no quería jugar al gato y al ratón, pero no tenía de otra.

Cuando aquel sujeto terminó de hablar diciendo que contaría desde el dies para que huyera de allí, los latidos de su corazón se habían acelerado que ni siquiera se esperó a que comenzara a contar cuando sus pies ya se encontraban corriendo una maratón lejos de aquella enorme sala. No sabía que hora era, cuanto llevaba escondido, no sabía cómo salir, ni siquiera encontraba termino de esos largos pasillos. Era su fin.

— Puedo escuchar el sonido de tu corazón bombeando toda tu sangre.

Se escuchó tan aterrador que SeokJin se quedó tan blanco que su cuerpo no estaba reaccionando. Sus ojos estaban fijos al frente, su corazón se aceleró mucho más rápido y su respiración se cortó. Sus piernas no querían moverse, no le hacían caso en lo absoluto. Comenzó a sudar frío y en su cabeza solo rondaban los pensamientos de que ya era su fin, de que ya no saldría de allí.

— Me pregunto si tu sangre sabe bien — Volvió a hablar aquella voz.

SeokJin lo escuchaba muy de cerca, pero no se imaginaba que Michael estaba contra la misma pared recostado con sus manos en los bolsillos. Sus ojos brillaban en un fuerte carmesí, mientras que en su aterradora sonrisa se dejaban ver esos alargados colmillos blancos