Extra

325 32 5
                                    

— Polvo y más polvo — Se quejó Yoongi sacudiendo las sábanas que cubrían algunos objetos de aquella habitación —. Que desjuiciado eres, humano.

SeokJin, quien se encontraba en el otro extremo de aquella habitación lo observó con mucha ofensa. Estaba organizando algunos libros viejos en el estante y al escuchar las palabras del vampiro quiso gritarle en la cara que aquella habitación había quedado fuera de su alcance alrededor de 5 años. Y bueno, no dijo nada porque realmente si estaba muy empolvada aquella habitación.

Callado, no chisto palabra y continuó en lo suyo con un nudo en la garganta. Aquella habitación le pertenecía a su padre. Era un lugar donde la mayoría del tiempo se la habitaba leyendo, haciendo pinturas y observando el exterior con anhelo.

Cuando era pequeño, SeokJin también disfrutaba de hacer dibujos con su padre, también, salían afuera a cortar leña y jugar a las escondidas en el bosque mientras su madre les preparaba una merienda.

Sabía la razón del porque su padre había construido la cabaña muy lejos de la ciudad, y la razón era porque a él le gustaba la naturaleza. Había sido un amante a las hierbas altas, al cantar de las aves, a la brisa fresca de la mañana y el atardecer como amanecer siempre lo llenaban de vida.

Recordaba las épocas en las que sus padres le ayudaban con las tareas del colegio, cuando ellos dos bailaban en la sala con una canción lenta y relajada, cuando reían juntos mientras preparaban el almuerzo o varias de las comidas y mucho más. Extrañaba mucho hacer aquello.

Tras la muerte del padre del humano, la madre quiso vender la cabaña e irse a vivir a otra ciudad, con la intención de alejarse de lo que un día había sido un hogar.

Esa decisión no había sido de agradó para SeokJin, pues este al cumplir los 18 años, decidió que él se quedaría en ese lugar y que incluso la pagaría si fuera así. La madre no tuvo más opciones que dejársela, igual, SeokJin ya podía ser independiente.

— Jin, te hice una limonada — Habló Namjoon llegando a la habitación con un vaso de vidrio llamando la atención de los dos.

— Muchas gracias, Joon — Sonrió amplio dejando todo de lado y se acercó al vampiro para tomar el vaso en sus manos y luego besar los labios contrarios, siendo correspondido de inmediato.

Namjoon puso sus manos en la cintura del humano, rodeándolo con un poco de fuerza hasta que sus pechos se unieron y el beso se profundizó, dando paso a sus lenguas que buscaban conocer siempre la boca del contrario.

Yoongi los volteó a ver y no pudo evitar pensar que esos dos ya no tenían remedio, por ello solo se volteó y continuó sacudiendo las sábanas como si no estuviera pasando nada detrás suyo.

No me gusta, y no me puede gustar — Soltó de la nada con una sonrisa maldadoza y una voz rara, sintiendo como algo se había quebrado en su cabeza, lo cual lo hizo voltear a ver con su ceño fruncido —. ¿¡Qué te pasa, imbécil!?

— ¡¿Puedes guardar silencio?! — Le gritó Namjoon, quien aún no soltaba la cintura del humano. Este mismo estaba sonrojado hasta las orejas y había agachado solo un poco la cabeza.

— ¡Déjame ser! — Le gritó devuelta y buscó por todos lados algo para lanzarle, hallando en un rincón un libro bastante pesado y lo lanzó a Namjoon con mucha fuerza, logrando que este fuera atrapado por el Vampiro sin nada de esfuerzo —. Pinche libro todo culero.

SeokJin se rió de ellos dos y se apartó de Namjoon para poder beber la limonada que le habían preparado, solo que hizo unas caras y escupió el agua para luego observar lo que contenía. Yoongi se comenzó a reír como si no hubiera un mañana y Namjoon solo se puso a observar al humano para saber el porqué había escupido la limonada que con tanto esmero había hecho.

BAJO LA LUZ DE LA LUNA ✨🌕 - NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora