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MARCUS SALÍA DE LA DUCHA CON SU GESTO NEUTRO, dirigiéndose hacia los vestidores y abrir su casillero, para seguido comenzar a vestirse. En un momento, un ruido se escuchó desde afuera.
— La piscina está cerrada —Dijo Marcus— Oye...
Al escuchar otra vez el ruido, cerró bruscamente el casillero y se dirigió hacia la puerta.
— ¡¿No oíste?! La piscina está cerrada —.
Marcus empujó la puerta, pero ésta no se abrió. Luego lo intentó de nuevo con más fuerza, pero ésta seguía sin abrirse.
— Marcus... —.
El mencionado volteó lentamente al escuchar una voz a lo lejos, para seguido comenzar a caminar cautelosamente.
— ¿Quién está ahí? —Preguntó.
— Marcus... —.
— ¿Quién está ahí? —.
— Marcus —.
— ¿Crees que ésto es divertido? —.
Risas comenzaron a escucharse, causando molestia en el chico.
— Marcus..., encuentrame —.
— Si te encuentro... será tu funeral —.
— Ven por mi, ven... —.
Marcus comenzó a caminar lentamente hacia el baño de hombres, justo cuando la puerta se cerraba. El chico entró al baño, viendo a una persona dentro del sauna.
— Marcus... —.
— Te tengo —.
Marcus sonrió mientras caminaba hacia el sauna, para seguido soltar una risa.
— Ven por mi, pedazo de mierda —.
El azabache abrió abruptamente la puerta, encontrándose con un maniquí colgado. Marcus lo tomó del cuello y lo levantó hacia arriba, mirando el radio pegado en el pecho del maniquí.
— Oye, detrás de ti —.
Marcus volteó molesto, encontrándose con sus hermanas.
— Hola —Dijeron al unísono.
El chico intentó acercarse a ellas, pero Scarlett lo empujó hacia la pared de azulejos con sus poderes, causando que se golpee duramente con ella y que algunos trozos de azulejos caigan al suelo.
