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—Oye, Lunna ¿Por qué tu cabello es blanco?— interrogó Rog. Él tenía la misión de fastidiar a la chica con ese tema a diario y a veces yo lo agradecía, era divertido verlos discutir.

—Por falta de pigmento.

—¡Eso es obvio! Pero, ¿por qué?

—Se llama Síndrome de María Antonieta y en hombres: Tomas More. Es genético, por parte de mi madre.

—¿Tu madre también tenía el cabello blanco?

—No, ella lo tenía naranja... fosforescente.

—¡¿En serio?!

—¡No!— se soltó en carcajadas —Lo acabo de inventar — ella continuó con su risa mientras que Rog puso cara de pocos amigos —¡Debiste ver tu cara!

—¿Puedo tocarlo?— Rog acercó su mano a la cabeza de la chica.

—Eh... no— eso ya no le pareció gracioso. Mientras que Rog se acercó, ella se alejó.

—¿Por qué no?

—No me gusta.

—¿Por qué?

—Simplemente no me gusta.

—¡Ay, por favor! Es qué se ve muy suave y esponjoso— La peliblanca terminó por tomar la mano del baterista y bajarla.

—No...

Pero él estiró su otra mano y casi la alcanza. Entonces Lunna emprendió trote hacía detrás de mí seguida por Rog. Dieron un par de vueltas a mi alrededor y luego fueron con Brian y él detuvo al rubio cuando lo tuvo de frente.

—Muy bien. Basta. Lunna, ¿tu compones?— El rizado cambió radicalmente de tema.

—No es mi fuerte... ¿Es un requisito para estar en la banda?— respondió ella un poco preocupada.

—No, es solo que Freddie dijo que te pidiéramos letras— explicó.

—¿Eso hizo?— preguntó incrédula.

—Si.

—Mmm— rezongó.

—¿Entonces...?— Roger volvió a su pregunta original.

—Eh... Bueno... Tengo algo escrito, pero... No son canciones o no es Rock... Déjenme pensar y veré qué puedo hacer.

—Está bien, solo recuerda que no tienes que hacerlo tú sola. Cuatro cabezas piensan mejor que una— la tranquilizó Brian.

Al día siguiente, como prometió, nos presentó Young Volcanoes*. Llegó con una nítida idea de lo que quería. Nos dió la letra y la cantó para nosotros, especificando el ritmo, la melodía y los coros. Con todo eso, fue fácil aterrizar sus ideas y transformarlas en la pieza principal. El resumen de esa canción: fue un tiempo rápido en cuatro cuartos, en la tonalidad de ReM, con acordes un tanto conocidos, tiene un juego divertido de voces y un final "inconcluso". Lunna nos dijo que ese final era perfecto para que Roger, por medio de la batería, jugara con el público en caso de que se presentara en vivo.

Todos esos días en el estudio fueron extraños, evidentemente hacía falta Freddie con todo su ruido y su voz, pero la sensación no era tan abismal como en un principio. En cambio, ahora estaba Lunna con nuevo sonido y canciones nuevas. Supongo que fue mi orgullo lo que me llevó a negar el ligero alivio que sentía con ese cambio. En su momento no lo aprecié, pero Lunna volvió a recuperar su sonrisa conforme avanzó el trabajo en el estudio. 

Una vez estaba jugando con una silla giratoria, se sentó en ella y con sus manos y pies se impulsó para dar vueltas sobre ésta. Así estuvo por un buen rato. Y justo cuando empezaba a fastidiarme por el ruido y movimiento que provocaba, ella se impulsó fuertemente, la fuerza centrífuga hizo lo suyo y ladeó la silla, la peliblanca estiró sus cuatro extremidades hacía el lado contrario de dónde la silla se ladeó para contrarrestar el movimiento y no caer, pero hubo una pausa donde no caía ni se incorporaba a la postura inicial.

—Ayuda...— pidió entre dientes y con su cuerpo tenso para no caerse, pero fue en vano, porque justamente después, la silla cedió de espaldas con la peliblanca sobre ella.

Roger rió a carcajadas, Brian también rió mientras la ayudaba a levantarse e inevitablemente, terminé cediendo ante la diversión.

Así recuperó su humor. Poco a poco los bailes ridículos fueron llegando hasta que se hicieron comunes en ella. Roger se le unió y juntos hacían bromas y chistes.

En ese tiempo, Roger, Brian y yo, quisimos hacer algo especial para Fred. Así nació No One But You. Brian le pidió a Lunna un poco de espacio para trabajar nosotros tres en esa pieza a lo que ella aceptó sin reproches, aún así, siguió acompañándonos en el proceso de creación y grabación de esa canción.

Me senté en la tarima de la sala de ensayos a crear el acompañamiento en mi instrumento. Estaba haciendo pizzicato sobre las cuerdas del bajo buscando el orden correcto de notas en la tonalidad de ReM para tener la base de la canción. Ignoré por completo que Lunna estaba a mi lado, de hecho mi codo y partes del cuerpo del bajo chocaban con ella, de no ser porque después de un rato sentí una mirada extraña, instintivamente la miré y me encontré con sus ojos bien abiertos y brillosos clavados en mí.

—¿Qué?— le pregunté extrañado.

—Ah... Nada... Continúa...— no quise darle mucha importancia así que seguí con lo mío. 

Llevaba años tocando, toda esa experiencia me ayuda a componer más rápido, tenía una idea de lo que podría hacer así que, conforme fui tocando los acordes, los fuí anotando en un pentagrama.

—¿En qué compás quedamos?— pregunté en voz alta.

—Doce octavos— me respondió Brian.

Lo anoté directamente en la hoja y mientras tocaba lo escrito:

—¡No puede ser! Tú si usas partituras— Lunna casi me grita.

—Si...— respondí sorprendido.

—Ah sí, lo de las partituras era broma, claro que las tenemos, ¿las quieres ver?— le aclaró Roger.

—¡Por su puesto! ¡Me hubieran ahorrado mucho con esto!— se quejó.

—Bienvenida al club— le dijo Roger sonriente.

—¿Fue una clase de novatada?

—Así es.

Con las partituras de Fred, me la quité de encima y pude continuar tranquilamente.

En casa, mis hijos crecían y crecían: Robert, Verónica y yo perseguimos a Michael por toda la casa, aprendió a caminar muy rápido y era imparable. Cada vez que podía, jugaba con ellos. Robert era quien llevaba la batuta, él nos decía con qué y cómo jugar y yo secundaba sus ideas. En varias ocasiones Verónica nos regañó por hacer un desastre de la casa, especialmente a mí: me decía que yo era el adulto y que no debía permitir ese tipo de cosas, le dí la razón en su momento, pero después, preferí ser feliz con mis hijos.

Mi vida fue tranquila e irritante en aquella época; en el estudio, "experimentando un nuevo sonido" que no necesitábamos y terminando los proyectos que Freddie había iniciado y en mi casa, jugando todo el tiempo y después limpiando.


*Young Volcanoes- Fall Out Boy

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