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Lunna es obstinada, cuando se propone algo lucha hasta lograrlo. Aquella ocasión se empeñó en qué yo fuera la cara del mini filme y me insistió, insistió e insistió hasta que con esa absurda apuesta me ató y logró que accediera. Ella lo planeó todo.

Un día antes solo recibí un mensaje con la dirección y la hora del lugar donde fue la grabación del vídeo clip y con las indicaciones de que llevara dos pares de pantalones y camisas para romperse, además de una muda ropa.

Llegué desde muy temprano, y aún así dentro del lugar ya había un caos. Se trataba de un salón con sus cuatro muros recubiertos por espejo de suelo a techo, todo era espejos a excepción de tres puertas; la de la entrada, la de acceso al "camerino" y la del baño. En un rincón estaba la escenografía a medio montar; un ambiente en medio de un bosque tenebroso, con varios esqueletos, ramas, tierra y pasto seco alrededor, era muy evidente el espacio que tendría que ocupar después. El montaje estaba rodeado por diversos equipos de iluminación y grabación profesionales, muy profesional, todo fue profesional, realmente me quedé boquiabierto al ver todo el equipo, era asombroso. Aunque, ciertamente no tardé en sentirme mareado, eran demasiados objetos a mi alrededor que se multiplicaban por su reflejo en los cristales y el propio reflejo del reflejo.

Lunna acudió a mí rescate y me llevó al camerino donde había muchas más cosas de maquillaje que no tenían ni idea para que eran. Alex, Lunna y otras dos chicas estaban allí esperando por mí.

-Muy bien, John. Ya me conoces, soy Alex y ellas son...- me mencionó el nombre de las otras dos chicas pero no me acordé de ellos ni por las dos horas siguientes, así que mucho menos me acuerdo de ellas ahora -Nosotras vamos a hacernos cargo de ti el día de hoy. Mira esto se llama...- tampoco recuerdo el nombre del producto que me mostró -recubriremos todo tu torso con esto, es lo único que estará en contacto con tu piel, pondremos todo lo demás encima de esto, aún así no tienes nada de qué preocuparte, estos son productos completamente testeados y aprobados, pero por ahora pondremos un poco en tu antebrazo para probar que no provoque alguna reacción alérgica en ti. Sí sientes comezón o picazón insoportable me avisas y lo arreglamos, ¿de acuerdo?

-Está bien...

Alex puso esa cosa en mi brazo y me dijo que esperara. Mientras, me indicaron vestirme con camisa blanca y pantalones azul, ese fue el vestuario. Después, salí al pequeño escenario y me indicaron mi lugar. Allí ya estaba Brian curioseando en las cámaras.

Una vez en mi lugar, Lunna se acercó a mí y me explicó a detalle lo que tenía que hacer, en resumen, tenía que fingir que caía, entonces me recosté sobre una estructura que solo sostuvo mi espalda y yo tuve que mover mis brazos y piernas como un completo desquiciado dando la apariencia de caer. Lo repetimos varias veces y por cada vez que lo hacía, me sentía más estúpido.

-Bien, lo que sigue ahora es que caigas al suelo- me explicó Lunna cuando volví al camerino -así que tienes que ensuciarte con tierra...

-Sí, pero descuida, no es tierra de verdad, es una especie de arena y te vamos a ensuciar con sombras- interrumpió Alex.

Mancharon mi camisa y mi cara y volví a la escenografía a grabar, ciertamente en eso consistió mi trabajo; entrar al camerino para maquillarme y volver al frente de las cámaras.

-John, quiero que pienses en esto- me dijo la peliblanca -acabas de morir, estabas sufriendo, tuviste una caída horrible y no tienes ni idea de dónde estás- No sé qué expresión habrá visto en mi cara pero de repente solo me dijo -¡Sí! Justo así, con esa cara levántate y mantenla así.

Por más zoquete que me sentía, me esforcé por hacerlo bien y creo que funcionó porque Lunna y el director del vídeo se veían satisfechos.

Mi transformación a demonio comenzó por mi mano derecha, mi vientre bajo y algunas marcas en mi frente, Alex y las otras chicas comenzaron a maquillarme por esas partes. Después de grabar la sección que seguía, la metamorfosis avanzó por todo mi brazo y subía por mi vientre hasta mi torso. Pronto llegó el momento de quitarme la camisa y mostrar mi cuerpo desnudo.

En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora