Capítulo 56: ¿Osadía o imbecilidad?

11 2 29
                                    

—¡No puedo, John!— me repitió por tercera vez.

—¡¿Por qué no?! Pagaré lo que sea…

—No se trata de eso. Cada agente tiene derecho a dos solicitudes para el programa, ¡yo tengo siete! Casi cuatriplico la cantidad permitida.

—Puedo ceder el mío para alguno de los dos y solo te pido que metas a otro más, Verónica y yo podemos ingeniárnolas.

—Ya no puedo caminarlas. Leonas es de por vida, solo en casos excepcionales se ha deshecho, lo mismo pasa para cambiarlo y créeme, este no es un motivo excepcional.

—¿Aún cuando no he firmado?

—¡¿No firmaste?! Entonces, ¡¿qué mierdas hacías ahí?!

—Estaba intentando convencer al agente de agregar a mis niños, ¡así como lo hago ahora contigo!— gritándole no iba a resolver nada, así que retrocedí un par de pasos antes de que ella perdiera la cordura —Lunna, por favor… Sé que lo entiendes, sabes que como padre haría cualquier cosa por protegerlos.

—Lo sé, pero el hecho de que tus niños no estén en el programa no significa que estén desprotegidos; en tanto estén conmigo los cuidaré, te lo garantizo. Además, puedes apelar a la bondad de OINA; sí tocas sus puertas pidiendo asilo, no es que solo te dejen pasar a ti y dejen a tu familia afuera, claro que los aceptarán pero tú siempre serás su prioridad.

¡Claro! Cómo no lo había pensado antes.

—¿Segura?

—Muy segura…

—De acuerdo, según entiendo ya tenemos la lista de canciones que serán incluidas en el álbum— Jim con sus nervios hablando por él nos atacó en cuanto pisó el estudio —Antes de que vuelvan a desaparecer, ¿quieren compartirla?

Mientras, Roger y Freddie intentaban explicar al representante las nuevas canciones y no matarse entre sí, encorvé mi espalda para alcanzar el oído de la enana.

—Gracias— le susurré. Tal vez no entendió mis intenciones o simplemente no se lo esperaba porque sus ojos me miraron buscándome un sentido —Por todo— aclaré.

—Estaremos bien— me aseguró.

El amargo sabor que el juicio me dejó me hizo tener aún más preguntas; sí en verdad Lunna había asesinado al hijo de Hugh, ¿qué otras cosas había dicho él que fueran verdad? ¿Qué era mentira? ¿realmente estaba loca? ¿llevaba tanto tiempo sin comer? Y especialmente: ¿Por qué le disparó a Connor? y ¿por qué, después de todo eso, el Parlamento le otorgó el indulto? 

Y aún con todo ese historial, nos protegía… pero ¿de qué? ¿de ella misma? Porque hasta ese entonces el único gran peligro que corría a mi alrededor era ella.

—Aun no decido sí incluimos A Human Body— escuché decir a Roger en cuanto les volví a prestar atención.

—¿Qué hay de Rock It?— comentó Brian —¿qué versión se quedará?

—La mía— declararon Roger y Freddie al mismo tiempo.

Y de nuevo, otra disputa se acercaba.

—¡Es tiempo de que cedas el micrófono!— reclamó el rubio.

—¡Ay, cariño! Tú sabes que lo mío es interpretar, lo tuyo son los tambores, quedémonos en nuestros lugares.

—¡No! Brian canta sus canciones, yo también quiero cantar las mías.

—¿Y qué esperas que haga yo? ¿Ser un maniquí en el escenario?

—Bueno…— comentó Lunna para hacer notar su participación similar en escena.

En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora