RESERVED [JOOKYUN] #3 ✔

JOOHEON.

Desde el momento en que entré en el centro de convenciones, donde se celebraba el baile de la Marina, me sentí mal del estómago.

Dehecho, tacha eso, desde el momento en que me subí a la limusina con Houdini y los demás y vi a Solo observándonos alejarnos, supe en mis
entrañas que había tomado la decisión equivocada, cuanto más me alejaba de él, más me agitaba, pero no fue hasta que entramos en el
vestíbulo del centro de convenciones que supe que no podía seguir fingiendo que todo estaba bien, que no me estaba muriendo por dentro.

Mientras los demás se dirigían al salón principal, yo sólo pude escabullirme en las sombras y esperar, me pareció una eternidad, pero
entonces... lo vi.

Solo siguió al grupo de compañeros con los que había viajado, parecía tan poco entusiasmado como yo por tener que entrar, pero, maldita sea, estaba guapísimo, no podía quitarle los ojos de encima, su piel boca se combinaba perfectamente con el blanco brillante y
planchado de su traje, su cuerpo musculoso lo rellenaba muy bien y caminaba con una confianza que sabía que no era falsa.

Mírame, deseé. Date la vuelta. No te vayas sin mí.

Como si hubiera dicho las palabras en voz alta, Solo miró por encima de su hombro, y esos ojos color whisky se abrieron ligeramente.

Maldición, si hubiera pensado que se veía bien por detrás, no tenía nada que hacer con la visión perfecta que mostró mientras caminaba
hacia mí.

Me lamí el labio inferior y me puse la gorra en las manos, y cuando se detuvo a un par de metros de distancia, le dije exactamente lo que pensaba.

—Te ves... muy bien.

—Tú también. —Solo intentó sonreír, pero no llegó a sus ojos—. Lo suficientemente bueno para comerte.

Sabía que estaba tratando de ser un poco más superficial, pero no podía ver el humor de la situación en este momento.

—Oye —dijo, dando un paso hacia mí, aunque aún se mantenía a distancia—. ¿Qué está pasando? ¿Cómo es que estás aquí fuera en vez
de ahí dentro?

—No puedo hacer esto.

Me di cuenta inmediatamente de que Solo había tomado mis palabras de manera equivocada, porque una sombra de miedo entró en sus ojos.

—¿No puedes hacer qué? —dijo.

—No puedo fingir más. —Tomé un respiro inestable—. No puedo entrar ahí fingiendo.

—Fingir... ¿qué, exactamente?

—Sabes qué, Changkyun, no puedo entrar ahí y mentir y decirle a la gente que no pude encontrar una cita cuando la persona que quiero a mi lado está parada justo frente a mí.

Todo el cuerpo de Solo se quedó quieto. Tan quieto que ni siquiera estaba seguro de que respirara, y eso no podía ser una buena señal.

Oh Dios, ¿por qué dije eso, cuando obviamente él no...?

—Todo el mundo lo sabría.

Dos palabras, las que sabía que tenían el poder de cambiarlo todo, pero ¿y si valía la pena? ¿Y si nosotros valíamos la pena? Mantuve mi mirada fija en él, mostrándole que no tenía miedo.

—Lo sé.

Solo dio otro paso hacia mí, y luego hizo algo que no esperaba, extendió su mano.

Tragué con fuerza, mirando de su mano a su cara, a esa sonrisa pícara, y luego me guiñó un ojo.

—¿Confías en mí?

Si me hubieran dicho hace semanas que elegiría poner mi vida y el destino de mi carrera en manos de Solo, habría dicho que estaban locos, pero nunca nada se había sentido tan bien.

Sus ojos se abrieron un poco cuando puse mi mano en la suya, como si no esperara que yo estuviera tan de acuerdo, que no esperara que yo saltara cuando él lo hizo, pero aquí era exactamente donde yo quería estar, era donde quería estar desde el momento en que cerré la puerta de la limusina y me alejé de este hombre, y nada me impediría dar el siguiente paso.

—Confío en ti, la pregunta es, ¿confías en ti mismo?

Los dedos de Solo se apretaron alrededor de los míos, y luego me tiró hacia él y dio un ligero asentimiento.

—Me das ganas de hacerlo.

La vulnerabilidad de su voz hizo que mi corazón palpitara un poco más fuerte, Solo podría estar fuera y orgulloso, y parecer como si no le
importara una mierda la opinión de los demás.

Pero yo sabía que el noventa por ciento de esa bravuconería era una fachada, un espectáculo
que daba a los que le rodeaban, y saber que estaba igual de aprensivo al pasar por esas puertas hizo que mi confianza resurgiera.

—Entonces eso es todo lo que necesitamos, ¿verdad? ¿El uno al otro? —Sabía que lo estaba poniendo todo ahí fuera, estaba poniendo no
sólo mi confianza sino también mis emociones en las manos de este hombre, y cuando los labios de Solo se curvaron en esa sonrisa sensual que me encantaba, mis rodillas casi ceden.

—Hmm, creo que podrías tener razón.

Maldición, ese traje blanco, esa sonrisa, y la implicación de las palabras de Solo hicieron que mi polla se levantara y prestara atención, no era exactamente la mejor posición para encontrarme, sobre todo porque este uniforme estaba bien ajustado.

—Vale, tienes que dejar de mirarme así.

Solo se lamió a lo largo de su labio inferior. Cuando mis dedos se apretaron automáticamente sobre los suyos, se rió.

—¿Así cómo?

—Como si estuviéramos solos y tuviéramos toda la noche para explorar todo lo que tus ojos sugieren.

Solo miró alrededor del vestíbulo vacío.

—No veo a nadie más aquí, Teniente.

Sacudí la cabeza.

—Sé serio, mi padre está de pie justo a través de esa puerta.

Los ojos de Solo prácticamente brillaban, y justo cuando pensé que diría al diablo y me arrastraría a un lugar más privado, se puso en marcha y tiró de mi mano, mientras lo seguía, mis ojos se dirigieron al corte perfecto de su chaqueta y pantalones, cuando finalmente llegamos a las puertas del vestíbulo, se detuvo y me miró por encima del hombro.

—Jesús, Jooheon, deja de mirarme el culo, tu padre está justo al otro lado de la maldita puerta.

Mis labios se movieron cuando él alcanzó el picaporte, y fue en ese momento cuando me di cuenta de una de las principales razones por las
que me había enamorado de este rompecorazones, este chico malo, era que tenía la habilidad de calmarme y excitarme de una sola vez.

Donde yo estaba tranquilo y calmado bajo presión, Solo era valiente e imprudente, se deleitaba en asustar a los que le rodeaban, y esta noche no iba a ser diferente.