RESERVED [JOOKYUN] #3 ✔

JOOHEON.

La semana continuó, y también la competencia.

Yo estaba cabeza a cabeza con Solo en la tabla de clasificación, ambos sacando a nuestros
oponentes con relativa facilidad, normalmente sentiría la presión de tener a alguien pisándome los talones, intentando quitarme el trofeo de mis
manos, pero ahora mismo... Para mi total sorpresa, me encontré... tranquilo. No sabía si era porque el retador era Solo o si ganar y probarme
a mí mismo ante mi padre de repente no parecía tan importante ¿Me gustaría ver mi nombre en la parte superior de la placa ganadora? Claro que sí.

Pero el deseo de ganar a cualquier precio ya no me perseguía cada hora que pasaba despierto.

—Hora de voltear. —Solo se puso de espaldas en la toalla de la playa junto a la mía, y mientras toda esa piel ahora bronceada y desnuda salía a la vista, tuve que morderme el labio y recordar que estábamos en una playa pública.

No podía alcanzar y agarrar lo que quería, pero estaba seguro que podía mirar.

—¿Quieres ayudarme con esto? —Solo tenía una botella de aceite de bronceado colgando de sus dedos.

Destapando la botella, vertí una cantidad abundante en la palma de mi mano y luego me incliné y empecé a frotarla sobre su pecho, mientras mis dedos se moldeaban a los músculos, Solo soltó un suave gemido que hizo que mi polla se moviera.

—Changkyun, si sigues haciendo esos ruidos, no puedo garantizar que te broncees mucho.

—¿Ah, sí? —Solo giró su cabeza en mi dirección, e incluso con sus Aviadores puestos, supe que esos ojos oscuros viajaban sobre mi pecho desnudo, porque el calor que dejaban a su paso era más caliente que los rayos que caían sobre mi cara.

—Sí, pero tengo el presentimiento de que terminaré con una quemadura infernal en mi trasero.

Solo se lamió el labio inferior, y yo me incliné y seguí el camino con mi lengua, era difícil de creer que ésta fuera, en realidad, nuestra primera cita.

Nuestra primera cita pública, de todos modos, en la que no teníamos que preocuparnos por que nos viera alguien que no debía, y en la que no
teníamos que preocuparnos de lo que pensaran los demás, esta era la primera vez que podía bajar la guardia y ser quien era a puerta cerrada.

Sin embargo, a medida que mi polla pasaba de estar interesada a estar lista para empezar, me di cuenta de que había ciertas cosas que debían
hacerse sin mirones.

—En serio —dije mientras levantaba la cabeza y estudiaba la pecaminosa cara atractiva que me miraba—. Deja de molestarme, este bañador no esconde mucho.

Solo sonrió y luego puso sus manos detrás de su cabeza, estirando ese espectacular cuerpo para que yo lo viera, y de repente no estaba seguro de que fuera la opción más inteligente.

—Bien, me comportaré...

Resoplé, sin creerlo ni por un segundo.

—Por ahora.

Mis labios se movieron cuando volví a aceitarlo.

—Pero no pienses ni por un segundo que esta cita va a terminar de otra forma que no sea con tus manos sobre mí, tal y como están ahora
mismo.

Un sonido salvaje que apenas reconocí salió de mí, esa idea que no iba a dejar que olvidara... más tarde, pero de ninguna manera iba a
continuar esa línea de conversación ahora, no con familias y niños jugando en la playa.

—Cambia de tema, Changkyun, estamos a punto de ser arrestados por exposición indecente.

—¿En serio? —Levantó la mano y bajó sus gafas para poder mirarme por encima de ellas—. Podría valer la pena verte con un par de esposas.