JOOHEON.

163 26 10
                                    

Diecisiete horas... no, eso no era correcto, habían pasado diecisiete horas, treinta y cinco minutos, y aproximadamente quince segundos desde que mi mundo entero se había ido al infierno.

Entré en el aula para el informe de esta mañana, busqué a Solo, y no me sorprendió encontrar
su asiento habitual vacío.

Maldito Changkyun, no tenía ni idea de qué le había pasado en los últimos días, pero después de la explosión de ayer, ya no quería intentar
resolverlo, si no veía que lo que teníamos era algo por lo que valía la pena luchar, entonces no había nada que pudiera o quisiera hacer al respecto.

¿Culpándome por los problemas de su vida? ¿Acusándome de usarlo para ganar y vengarme de mi padre? Estaba jodidamente desilusionado y no era el hombre que yo conocía.

Apagué mi teléfono tan pronto como entré en mi habitación ayer, y me desperté esta mañana con llamadas perdidas y textos que no me molesté en leer, asumí que también era Changkyun golpeando mi puerta anoche mientras dormía, tal vez eso significaba que lo había pensado y se había dado cuenta de lo egoísta y estrecho de miras que había sido o tal vez sólo quería discutir un poco más.

Me senté en un asiento del pasillo junto a Houdini, sin querer darle a Solo la oportunidad de acercarse lo suficiente para empezar una pelea.

Todo lo que quería era pasar tiempo con el bastardo mientras aún pudiéramos, pero él sólo tenía que ser terco y joderlo todo, ¿no? No
entendía su cambio de opinión, pero no tenía que hacerlo, era obvio quequería culparme de que todo saliera mal, incluyendo, de alguna manera, el hecho que perdiera con Utah, que yo sabía que no era la verdadera fuente de lo que estaba pasando.

Olvídalo ahora mismo, vuelve a centrarte en por qué estás aquí.

Más fácil decirlo que hacerlo, especialmente cuando el olor del jabón y la colonia de Solo pasó mientras se dirigía por el pasillo a su asiento habitual, todo mi cuerpo se puso rígido mientras lo miraba, era completamente injusto la forma en que se veía mejor en persona que cuando pensaba en él, ni siquiera una foto le haría justicia, ni la forma en que su largo cabello rubio le caía un poco en el frente, o el  ahora marrón
dorado de su piel besada por el sol o la forma en que todo lo que llevaba se amoldaba tan perfectamente a cada músculo magro que prácticamente podrías imaginarlo desnudo.

Solo se sentó en su silla, pasando el bolígrafo entre sus dedos.

Cuando me miró por encima del hombro, eduqué mi expresión y desvié la mirada, no necesitaba que viera mis emociones en mi cara, no cuando los sentimientos eran lo último en lo que necesitaba concentrarme.

—Oye, amigo. —Houdini se inclinó y asintió en dirección a Solo—. ¿Qué está pasando?

Me encogí de hombros y él puso los ojos en blanco.

—¿Problemas en el paraíso?

—No quiero hablar de ello.

—Pero...

—Dame un puto descanso —respondí, y Houdini se echó hacia atrás, con las cejas levantadas.

—Está bien, claro.

Sabía que estaba siendo un imbécil, pero necesitaba pasar el día sin pensar o hablar de Solo.

Un avión de papel cruzó la habitación, aterrizando en el borde de mi escritorio, y no hizo falta ser un genio para saber quién lo envió, no  me molesté en mirar en la dirección de Solo mientras sacaba el avión de mi escritorio y lo aplastaba bajo el talón de mi bota.

—Ouch. —Alguien dijo... Gucci era mi suposición, pero no me importó una mierda.

No quería lidiar con nuestros problemas aquí, y que Solo llamara la atención sobre el hecho que no nos hablábamos no ayudaba.

Lo escuché suspirar, y un minuto después, otro avión de papel aterrizó en mi escritorio, esta vez, había escrito en el exterior del avión, ya que probablemente pensó que yo tampoco abriría éste.

Lo siento. ¿Podemos hablar?

Deslicé el avión debajo de mi cuaderno antes de que Houdini o cualquier otro pudiera ver lo que estaba escrito allí, y luego miré a Solo.

Era demasiado fácil ceder cuando me miraba con una expresión tan arrepentida, pero las palabras que había usado como armas habían dejado su marca, y las heridas que habían infligido seguían intactas.

Solo levantó una ceja como pregunta, pero yo sólo le miré fijamente, negándome a darle lo que pedía.

—Damas y caballeros. —La voz del Comandante Levy retumbó al entrar en el aula, pero Solo no me quitó los ojos de encima, así que mantuve su mirada—. Su tiempo aquí casi se ha acabado, lo que significa que las cosas sólo se pondrán más difíciles de aquí en adelante.

Apenas oí una palabra de lo que dijo, pero cuando el Comandante Levy me pasó por el pasillo, me obligó a romper el contacto visual con
Solo, no lo miré, pero pude sentir el peso de su mirada.

—Teniente Im, ¿hay algo más interesante para usted que ganar esta competición?

Solo se giró hacia el frente a regañadientes, todavía moviendo su bolígrafo entre sus dedos.

—Podría haber una cosa.

Los jadeos resonaron por la habitación mientras todo mi cuerpo se congelaba.

Los ojos del Comandante Levy se entrecerraron.

—¿Y qué podría ser eso?

Oh dulce Dios de todo lo que era sagrado, Solo no podía referirse a mí... ¿o sí?

Solo me miró, con una sonrisa maliciosa en sus labios, y luego se enfrentó al Comandante Levy y dijo, con absoluta confianza:

—Es algo reservado, señor.

En un movimiento completamente fuera de lo normal, el comandante puso los ojos en blanco, sin duda estaba acostumbrado a la boca de Solo en este punto, pero tenía que ser agotador ser desafiado a cada paso.

—Teniente Im, ¿puedo sugerirle que considere esta clase y este programa como su máxima prioridad para el resto de nuestro tiempo juntos? Es decir, si quiere que le recomienden otro lugar que no sea el hangar de lavado de aviones para la próxima ronda de vuelos.

Mientras todos en la sala se reían y el Comandante Levy seguía adelante, yo sacudí la cabeza, el hecho de que Solo saliera a arruinar su
carrera no era gracioso, usarme a mí, si eso era lo que quería decir con su comentario “reservado” no era divertido.

Fruncí el ceño a la nuca de Solo ¿Qué demonios estás haciendo?

RESERVED [JOOKYUN] #3 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora