RESERVED [JOOKYUN] #3 ✔

CHANGKYUN.

El Capitán Lee  podría tener todo el poder cuando estábamos dentro de los muros de la Marina, pero fuera de ellos era sólo un hombre,
uno que no iba a dejar que se metiera en mi cabeza otra vez, no podía creer que le hubiera permitido entrar ahí en primer lugar, pero era mi
propia maldita inseguridad la que tenía la culpa.

No más, pensé, mientras el Capitán Lee tomaba asiento en la cabecera de la mesa.

Nos hizo un gesto para que nos uniéramos a él.

—Siéntense.

Heon  se sentó a la derecha de su padre, así que me deslicé al lado de mi hombre, asegurándome de pasar mi mano por su muslo bajo la mesa, me guiñó un ojo cuando su madre entró corriendo en la habitación, llevando un gran tazón de ensalada, se había quitado el delantal, mostrando un modesto vestido debajo, tan impecable como su marido, ambos parecían más preparados para una noche de fiesta que para un almuerzo en casa.

—Changkyun, ¿qué te gustaría beber? —preguntó.

Heon se puso de pie.

—Podemos conseguir eso, mamá...

—Absolutamente no, se quedarán aquí de visita, y yo estaré enseguida con… ¿Changkyun...?

—El agua está bien —dije—. Gracias.

Asintió y se fue tan rápido como entró, y una vez que estaba fuera del alcance de su oído, Heon dijo:

—Tenemos que hablar.

Imperturbable, el Capitán Lee miró a su hijo, y pude ver exactamente de dónde sacó Heon la mirada de indiferencia que ponía para ocultar lo que realmente pensaba, verlos mirarse con esos mismos ojos inexpresivos era un poco inquietante.

—¿Quieres explicarme por qué pensaste que era una buena idea interferir en mi relación? —preguntó Heon.

—¿Interferir?

—Sí ¿Le dices a Changkyun que me abandone? ¿Por qué harías eso?

Su padre tomó la servilleta doblada artísticamente de su plato, la enderezó y la puso en su regazo.

—Seguro que sabes que no debes entrar en mi casa con acusaciones que no puedes respaldar.

—¿Así que vas a mentirme a la cara y decir que no le dijiste a Changkyun que me dejara en paz? ¿En serio?

—Nunca dije tal cosa y ciertamente no en esos términos.

—Eso es una mierda —dijo Heon, su piel enrojecida por un furioso carmesí—. Al menos sé honesto sobre lo que has hecho, sobre lo que dices.

—Creo que mis palabras a Changkyun fueron que debería hacer lo correcto. —El Capitán Lee volvió su penetrante mirada hacia mí—. Es interesante que interpretara lo que dije como una oportunidad para romper con mi hijo.

¿Qué... qué carajo...?

No me quedaba a menudo sin palabras.

—¿Perdón?

—Si recuerdo correctamente, y siempre lo hago, te hice una serie de preguntas que no pudiste responder sobre el futuro de tu relación con Jooheon, te dije que esto no es lo que hubiera querido para mi hijo...

—Lo cual no es asunto tuyo —intervino Heon, pero su padre continuó.

—Y que esperaba que tuvieras su mejor interés en el corazón...

—Me dijiste que “hiciera lo correcto” —dije, y ahora me enfadé.

El Capitán Lee asintió.

—Lo hice, pero ni una sola vez te dije qué era.