CHANGKYUN.

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OK, así que volvía a ser un bocazas, pero después de que mis intentos de hacer que Heon hablara conmigo fallaran, ¿alguien podría culparme?
Tan pronto como nos despidieron de la sesión de la mañana, me levanté y salí de mi asiento, Heon fue más rápido, pero no podría alejarse de mí, no esta vez.

Pasé por delante de Utah, quien debería alegrarse que no le diera un portazo en la cara, y mientras arrastraba el culo en dirección a
Heon, le oí reírse.

—Ríndete, amante, no te vas a llevar el trofeo ni al chico.

Mi mandíbula se apretó y también mis puños, pero no me di la vuelta para darle exactamente lo que quería de mí: una reacción física.

En su lugar, me concentré en el hombre alto y furioso que estaba delante de mí, cerré la distancia entre nosotros y grité:

—Oye, Jooheon, espera.

Siguió moviéndose, ignorándome, porque por supuesto que lo hacía, pero después de mi pequeña revelación en la playa anoche, no le
permitiría escapar tan fácilmente, o en absoluto.

Grité su nombre de nuevo, y cuando siguió caminando, maldije en voz baja y aceleré el paso.

—¿En serio vas a hacer que te persiga?

No me sorprendería que no se molestara en responder a eso, así que, ¿qué hice? Corrí tras él, yo, perseguí a alguien.

No, no a alguien, no a cualquiera, a Jooheon.

Podía sentir las miradas de los otros aprendices mientras corría tras el hombre del que me había enamorado, el que aún no lo sabía y era demasiado terco para escuchar por un segundo para poder decírselo.

Pero no me importaba lo que los demás pensasen, todo lo que me importaba era tener la oportunidad de hacer las cosas bien.

—Jooheon, por favor, tenemos que hablar.

Sacudió la cabeza.

—No, creo que ya he oído suficiente.

Bueno, mierda, al menos eso era una respuesta, que era más de lo que había conseguido hasta ahora, Jesús, así era como se sentía estar
desesperado, joder.

Me mordí el interior de la mejilla cuando finalmente lo alcancé y le agarré el codo.

Heon giró y miró entre mi mano y yo, antes que pudiera abrir la boca para objetar, le dije:

—Sé que fui un idiota, pero me gustaría disculparme ¿Podemos ir a algún sitio? A cualquier sitio.

El dolor en los ojos de Heon era casi más de lo que podía soportar, deseaba poder patear de alguna manera mi propio trasero por eso, tal vez no merecía tenerlo, pero era un cabrón egoísta y queríaasegurarme de que le había dado todo lo que podía, tendría que aceptar lo que él decidiera, pero no podía tomar una decisión justa sin saber lo que yo tenía que decir.

—¿Hay algo malo en este pasillo? —dijo finalmente. Fruncí el ceño.

—¿Qué?

—Quieres disculparte, este es un lugar tan bueno como cualquier otro.

—Oh, cierto. —Tragué, y una sensación desconocida llenó mis entrañas. ¿Era eso... nerviosismo? Mierda. Sí, lo era, estaba parado aquí frente a Heon, con las palmas de las manos sudando, la ansiedad me recorría como una ola, todo porque necesitaba disculparme y él
necesitaba oírlo—. Lo siento. Lo siento muchísimo, te dije algunas cosas muy malas, cosas que no quería decir, y...

Heon me empujó bruscamente hacia un lado, hacia la pared, y no fue hasta que el equipo de mantenimiento pasó que me di cuenta que
habíamos bloqueado el pasillo.

Miré hacia abajo, donde la mano de Heon aún estaba en mi brazo, y se apartó como si yo estuviera en llamas.

No, eso no serviría, no quería que se alejara de mí, simplemente no iba a ir por este camino.

Fortaleciendo mi columna vertebral para el inevitable fin, le dije:

—Mira, hay muchas cosas que tengo que decir, más disculpas que tengo que ofrecer, pero sería mejor decirlo en privado, no aceptaré un no por respuesta esta vez, así que si no te parece bien reunirte conmigo más tarde, podemos discutirlo aquí y ahora, delante de todos, la elección es
tuya.

La mirada incrédula en la cara de Heon habría sido graciosa si no hubiera ido tan en serio con este ultimátum.

No era un tipo al que se lo hicieras, y aunque parecía que quería decirme que me fuera a la
mierda, pude ver que la curiosidad iba ganando, sus ojos negros y tan frios sostenían los míos, como si intentara sacarme la verdad.

—Después de nuestra última clase, el parque abandonado.

No me había dado cuenta de que había estado aguantando la respiración hasta que se derramó de mí con alivio, esperaba más presión, así que me tomó un poco por sorpresa su fácil aceptación.

—Estaré allí.

Heon movió su bolsa sobre su hombro y asintió antes de volver a donde había estado yendo antes de que lo detuviera.

Pero mientras se alejaba de mí esta vez, no sentí el temor que me había perseguido durante el último día, en cambio, sentí esperanza, esperanza de que las probabilidades estuvieran a mi favor, porque no había manera de dejarlo ir sin pelear y después de esta noche, él también
lo sabría.

RESERVED [JOOKYUN] #3 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora