Capítulo 3

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Como era de esperar, el aburrimiento es el acompañante de Sarita en esa cena, su madre insistió que en Jimena y ella conociesen a esos jóvenes que al parecer cuentan también con mucho dinero y una reputación impecable.

Si ella sale, lo único que desea es hablar de otras cosas, alejarse un poco del trabajo pero no, ese tal Aarón no ha dejado de hablar de su empresa y de cuánto gana; Jimena optó por sacar a bailar al otro amigo, la joven también había comenzado a bostezar.

Jimena y Rodrigo, el otro amigo, se sientan a la mesa en finalizar la canción, ambos beben de sus copas.

- Oye, me han hablado de un bar en el que hay música en directo, ¿por qué no vamos?- pregunta Aarón sin saber ya qué hacer para captar la atención de Sara.

- Yo casi prefiero retirarme ya, creo que se ha hecho tarde.- pero Jimena no quiere quedarse a solas con esos tipos así que se acerca a su hermana para pedirle que por favor se quede un rato más.- Está bien, me quedaré un poco más, ¿dónde se encuentra ese bar?

- Un poco a las afueras pero tranquilas, vais con nosotros, no os pasará nada.- Sara alza una ceja, ella en todo caso tendría que proteger a esos idiotas.

En el bar Alcalá...

Franco bebe cerveza mientras escucha de nuevo esa voz tan maravillosa, tiene que admitir que Rosario es una gran cantante, además de ser una chica muy guapa. ¿Quién no iba a sentirse atraído por esa mujer?

Al terminar la canción todo el público vitorea y aplaude a la cantante, esta saluda y sonríe, con una mirada le indica a Franco que le busque en el camerino, él obedece.

- Así que habéis empezado a trabajar en una hacienda importante, dime, ¿os van a pagar mucho dinero?- Franco saluda a la mejor amiga de Rosario, Panchita le devuelve el saludo antes de salir a cantar.

- No lo sé, ese tema lo lleva mi hermano Óscar pero me imagino que sí, no es cualquier familia, son los Elizondo, ¿te suenan?

- Ni idea, ambos sabemos que ese tipo de personas jamás pisarán un bar como el Alcalá, son demasiado elitistas.

Rosario se aproxima al muchacho para besarlo pero Franco no lo tiene muy claro, aunque se han acostado alguna que otra vez, el hecho de que Armando esté por ahí cerca...podría perjudicarle.

-          Lo siento Rosario pero no me parece buena idea

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- Lo siento Rosario pero no me parece buena idea.- ella le mira son comprender.- Armando podría entrar en cualquier momento y no creo que le parezca bien el vernos así.

- Él puede ser el dueño del bar pero no tienen ningún poder sobre mí, ¿por qué esa preocupación repentina?

- ¿Ya no te gusto o qué?- Con esas palabras la imagen de Sara Elizondo se instala en su cabeza, esa mujer...a pesar de esa forma de vestir que tiene y que casi nunca sonríe...tiene algo especial.- ¿Franco?

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora