Capítulo 11

845 51 17
                                    

A pesar de los riesgos que esas visitas conllevaban, Franco no se daba por vencido, necesitaba urgentemente hablar con Sara; una noche sí que tuvo que salir corriendo pues una de las empleadas lo vio y enseguida alertó a los vaqueros.

No sabe ni cómo, dónde ni cuándo pero piensa verla, explicarle algunas cosas. Seguro que Sara ya escuchó lo de su boda exprés con Eduvina, no le quedó más remedio, necesitaba el dinero, ¿él cómo iba a saber que la mujer sufriría es infarto tan fulminante?

La familia Rosales, una familia que adora celebrar fiestas y reuniones para que todo el mundo sepa que ellos no son menos que nadie, aprovechó la ocasión e invitó a los nuevos vecinos. Juan, Óscar y Franco no pudieron negarse, ya que la familia fue en persona.

 Juan, Óscar y Franco no pudieron negarse, ya que la familia fue en persona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la hacienda Elizondo...

Sara relee de nuevo lo que pone en esa invitación.- ¿Cómo pueden caer tan bajo?- pregunta en voz alta.

- ¿Quiénes?- pregunta Jimena que justo entraba por la puerta. Sara le ofrece el papel.- ¿Te sorprende? Ya conoces a los Rosales, sólo quieren ser el centro de atención y adoran las novedades, los Reyes son esa novedad.

- ¿Y por qué nos invitan a nosotros? Ya saben lo que opinamos de ellos.

- Ay Sarita, no le des tanta importancia, ellos han cumplido, no es necesario que asistas.

Jimena continúa con sus cosas, Sara coge de nuevo el papel, "Hermanos Reyes", Franco tiene que ir, aunque sus hermanos vivan en su casa, fue él quien heredó toda esa fortuna. Ella no es de las que se acobarda, quizás no sea tan mala idea ir por allí.

- Iré.- comenta de repente.- ¿De verdad? ¿Tú sola?- Su hermana se sorprende por ese cambio tan repentino de opinión, sobre todo porque Sara no soporta a los Reyes.

- Alguien debería de ir en representación de nuestra familia, no sólo estarán los Rosales, asistirán nuestros vecinos, seguro que si no aparecemos, comenzarán a hablar.

- Lo que tú digas, pero si comienzas a aburrirte, no dudes en regresar, y por favor, no quiero recibir ningún mensaje por parte de Óscar, ¿entendido?

- Por supuesto.

En la hacienda de los Reyes...

Franco revisa varios contratos y facturas, aunque le cuesta mucho concentrarse en lo que está leyendo. Los Rosales confirmaron que invitaron a todas las haciendas más conocidas y cercanas, y sí, eso incluye a la Elizondo, sin embargo, también les dijeron que no suelen ir a ninguna de sus reuniones.

- ¿Franco?- Eva espera a que el patrón le dé permiso.- Le traigo el té.

- Gracias Eva.- El muchacho suspira y se deja caer en el sofá.- Estoy exhausto, tengo la sensación de que la cabeza me va a explotar.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora