Franco no salió de su despacho desde anoche, pensó que podría con la situación. Por supuesto que no quiere obligar a Sara, él no es así; sin embargo, ella podría pensar un poco en cómo le afecta todo esto.
- ¿Franco? - Ruth es la única que se ha atrevido a entrar. - ¿Cómo estás?
- Mal, no te voy a mentir, ¿cómo he podido ser capaz de permitir que Sara permanezca en la hacienda en su estado?
- Ay Franco, no te angusties, deberías de confiar en Sarita un poco más. - él camina de un lado para el otro, y lo más curioso es que sostiene algo en su mano derecha.
- Ruth, voy a confesarte una cosa, pero prométeme que no se lo dirás a mis hermanos, ni a Eva, por favor.
- Te juro que no diré nada. - es entonces cuando Franco le muestra el anillo de compromiso. La joven, boquiabierta, lo coge para verlo más de cerca.
- Madre mía Franco, es precioso, seguro que le encantará.
El menor de los Reyes vuelve a coger el anillo, no resultó fácil escogerlo, todos los que vio le parecían insuficientes para Sara.
- Llevo tiempo ya pensando en cuándo preguntárselo, no pienses que es por el embarazo; pero luego llegó la boda inesperada y todo se fue al traste.
- No es tarde, Franco, seguro que la harás muy feliz. - él lo sabe, pero, ¿de qué sirve prometerse si ella va a seguir junto a su madre?
- Bueno, ya encontraré el momento oportuno, hoy me espera un día duro, ¿bajamos a desayunar?
En la hacienda Elizondo...
Sara, con lágrimas en los ojos, observa cómo su vida se va empaquetando, ¿realmente se va a marchar? ¿Va a dejar que Fernando gane esta batalla?
- Sarita, por favor, no llores más, en el fondo sabes que es lo correcto. – Norma es la que debería vivir con Juan, o Jimena, no ella.
- ¿Sabes algo de mi mamá?
- Pues como anoche dejamos caer que te ibas a marchar, no ha querido salir de su cuarto; tranquila, cuando se le pase, no dudará en contactar contigo.
Los vaqueros ayudan a meter las maletas en el auto, Sara se detiene en la puerta del cuarto de su madre.
- Mamá, sólo espero que alguna vez puedas perdonarme, nunca podré prohibirte que veas a tu futuro nieto o nieta. Sé que sientes dolida, sólo quiero que sepas que te quiero.
Como era de esperar, no obtiene ninguna respuesta, Sara sale de la hacienda acompañada de sus hermanas.
- Norma, vamos a retomar los preparativos de tu boda, ¿entendiste? No me siento cómoda siendo la primera en irme.
- Sí, no te preocupes, Juan y yo ya lo hemos hablado y ahora vamos.
Gabriela, desde su ventana, observa cómo su pequeña sube al auto, es real; Sara se marcha a vivir con ese criminal.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué pasaría si...?
FanficBueno, lo prometido es deuda. Aquí tenéis otra historia. Os tengo que informar de que no me apetece mucho volver a ver la primera temporada, no enfadaros conmigo pero es que ahora lo que menos me apetece es el drama, aunque sé que en PDG1 también pr...