Capítulo 28

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A la mañana siguiente...

Sara estira su brazo y su sorpresa es evidente al ver que Franco no se encuentra ahí con ella, a juzgar por la posición del sol, todavía no ha amanecido del todo.

Juan David también ha querido madrugar, Juan juega con él para que Norma pueda dormir un poco más, él está más acostumbrado a madrugar; no le gusta desperdiciar el día.

- Buenos días Juan.- este sonríe a su cuñada. Sara besa la cabecita de su sobrino.- ¿Sabes dónde está Franco?

- Me ha dicho que tenía que hacer unas llamadas a sus abogados y a varias empresas, imagino que se encontrará en el despacho.

- Gracias.

Efectivamente, Sara escucha la voz de Franco conforme se va aproximando, se detiene en la puerta. Su chico parece exhausto, es consciente de que Franco se esfuerza por no parecer cansado, pero lo cierto es que este se levanta y se acuesta con el sol.

- Sí, quedamos así.- Sara lo observa, Franco camina de un lado para el otro, de vez en cuando coge alguna foto y la mira.- Dile a Paola que la reunión será a primera hora, no, no son unas vacaciones, vuelvo a la ciudad esta noche. De acuerdo, gracias.

Sarita opta que ahora es un buen momento para entrar, finge que acaba de llegar.- Buenos días.- él se sobresalta, ni siquiera se ha vestido.- Buenos días mi amor, ¿qué haces levantada tan temprano?

- Lo mismo podría preguntarte yo a ti.- Franco se deja caer en un sillón.- Antes de venir, les dije a mis abogados que no me llamasen a no ser que fuese urgente, y mira por dónde, han tenido que hacerlo.

- ¿Y es grave?- Sara se sienta en su regazo.- Sabes que puedo ayudarte, y también tienes a Óscar, no tienes por qué estar solo.

- Sabes que puedo ayudarte, y también tienes a Óscar, no tienes por qué estar solo

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- No, no es nada preocupante, tranquila. La gestión de Eduvina Trueba fue bastante nefasta, simplemente tengo que arreglar varios asuntos, hablaré con Óscar para que asista a las reuniones conmigo.

Ambos permanecen en silencio durante unos escasos segundos, mirándose a los ojos. Unas voces se escuchan en la otra parte de la casa.

- Quiero ducharme antes de desayunar.- comenta él todavía rodeando la cintura de ella con los brazos.- ¿Por qué no me acompañas?

- Me encantaría.

Un poco más tarde...

El olor a café recién hecho y tostadas inunda la sala, Norma le está dando el desayuno a Juan David, Óscar y Jimena charlan entre ellos y con Juan.

- Buenos días.- un silencio se adueña del momento.- ¿Por qué nos estáis mirando de esa forma?- inquiere Sara al ver el rostro de sus hermanas.

- Porque tú no sueles levantarte tan tarde, simplemente es curiosidad.- responde Jimena al mismo tiempo que le guiña un ojo a su hermana.

- Sarita me ha ayudado con un tema del trabajo, en realidad nos hemos despertado bien temprano, ¿verdad Juan?

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora