Capítulo 15

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La familia Elizondo y los Reyes vuelven a verse las caras, es un día especial y ninguno desea fastidiarlo; Juan David, con su precioso traje blanco, lo observa todo desde los brazos de su tía Sara.

Franco le sonríe al pequeño, para Juan, el estar ahí junto a su hijo y a Norma es todo un sueño del que no quiere despertar. A pesar de que Norma continúa un poco distante, es consciente de que sus sentimientos hacia él no han cambiado, al igual que él tampoco ha dejado de amarla.

Óscar, sentado en un banco, mira a Jimena de vez en cuando pero Gabriela siempre le pilla. Esa mujer no ha cambiado su expresión de auténtico desagrado, está ahí por su nieto, todavía no logra entender cómo su hija ha sido capaz de celebrar el bautizo con los Reyes. Esos hombres no se merecen el perdón de Dios, no después de todo lo que hicieron.

Llega el momento de que Juan David reciba el bautismo, Sara, Norma, Juan y Franco se colocan rodeando la pila bautismal. Sara le hace carantoñas al protagonista, el cura procede a echarle agua en su cabeza. Franco, atento a la posible mirada de Doña Gabriela o incluso de Don Martín, aprovecha para acercarse con la excusa de calmar a Juan David; Sara llega a oler su perfume, odia lo que ese hombre provoca en ella. Ni siquiera le ha rozado y sus piernas ya tiemblan.

Una vez que el cura termina de hablar y da por concluida la ceremonia, Doña Gabriela, Jimena y Don Martín se acercan a Norma, la cual ya ha cogido al bebé.

- Norma, ¿de verdad que os vais a ir a la casa de esos rufianes?

- Mamá, por favor, ya lo hablamos. Sólo serán unas horas, ¿por qué no te vienes?

- Ni loca, jamás pisaré yo esa hacienda.- Norma pone los ojos en blanco, Don Martín se abre paso para coger a Juan David.- Yo sí quiero ir, me apetece pasar el día con mi bisnieto.

Doña Gabriela, que ya estaba dispuesta a salir de la iglesia, se gira al escuchar esas palabras.- ¿Y cómo piensas ir? Ni Jimena ni yo vamos a llevarte.

- Yo te acercaré abuelito.- Sara, siendo prudente, agarra el brazo de su madre para hablar solas.- Sarita, ¿te has vuelto loca? No creerás en serio que voy a permitir que te acerques a esa casa.

- Mamá, soy la madrina, además, no estaremos mucho tiempo.- Sara esboza una sonrisa al ver la expresión de su madre.- Confía en mí, me traeré al abuelo antes de que te des cuenta, pero permítele que pase tiempo con Juan David.

- Confía en mí, me traeré al abuelo antes de que te des cuenta, pero permítele que pase tiempo con Juan David

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- Está bien, pero lo hago porque eres tú. Eres la única que no tiene relación alguna con los Reyes.

Sara siente una fuerte punzada en su pecho, odia mentirle a su madre, aunque tampoco piensa renunciar a lo que ha creado con Franco; aceptará las consecuencias, sean cuales sean.

- Vamos, os llevo a la hacienda y después iremos el abuelo y yo a la fiesta.- Jimena y Don Martín se despiden de Norma y del pequeño; Óscar intenta hablar con Jimena pero es en vano.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora