Bueno, lo prometido es deuda. Aquí tenéis otra historia. Os tengo que informar de que no me apetece mucho volver a ver la primera temporada, no enfadaros conmigo pero es que ahora lo que menos me apetece es el drama, aunque sé que en PDG1 también pr...
Franco gira hacia la izquierda, sólo espera que nadie se percate de su ausencia, aparte de sus hermanos. No está acostumbrado a este tipo de eventos, ver a tantas personas ricas...le agobia un poco.
El joven suelta un largo suspira mientras deja caer su cuerpo sobre una de las paredes, ¿de verdad que nadie se ha fijado en esta chapuza? Si ni siquiera parece una casa, ¿Cuánto durará la farsa?
- ¿Franco?- Al parecer hay alguien que sí se ha fijado en su ausencia.- ¿Qué hace usted aquí?
- Señorita Sara, no diga nada por favor, es sólo que...- la luz de la luna ilumina esa zona por lo que ella puede ver el rostro del muchacho, parece avergonzado.- no me siento cómodo con tantas personas, no estamos acostumbrados a este tipo de reuniones, regresaré enseguida a la mesa, se lo prometo.
Sara camina hacia él con pasos torpes, esos tacones no están pensados para este terreno tan húmedo. Ambos se quedan en silencio, escuchando la música de fondo y las risas.
- Pensé que no vendría.- Franco gira la cabeza para observarla.- Ya sabe, a la competición.
- No me preguntó.- responde él sin querer ser brusco.- aunque admito que mis hermanos tuvieron que convencerme, claro que me gusta ver un buen espectáculo pero la semana ha sido intensa, podría haberme quedado en casa descansando.
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Sara juega con su collar, nerviosa.- ¿Y por qué decidió asistir? Simplemente se podía haber negado, ¿no?- Franco ya sabe por dónde va la muchacha pero no quiere estropear esta conversación.
- Es evidente que no conoce a mi hermano Óscar, cuando algo se le mete en la cabeza, no hay fuerza que le haga cambiar de parecer, insistió en que viniésemos los tres. Juan decidió participar desde que se enteró, y Óscar.- Franco esboza una sonrisa.- Digamos que no se perdería una buena fiesta, adora las reuniones sociales.
- Es una competición anual.- comenta Sara tras unos segundos de silencio.- lo de este fin de semana, normalmente no celebramos fiestas con tantas personas, siempre suelen ser grupos reducidos. Mi mamá quiere cuidar y proteger la reputación que con tanto esfuerzo se ganó.
- ¿A usted le interesan esas cosas? Lo de aparentar.- Franco teme la respuesta, quizás se ha excedido demasiado con esa pregunta.
- Para nada, es cierto que aquí gastamos dinero, pero también celebramos reuniones para recaudar. Tenemos varias ONG, ayudamos a personas que realmente lo necesitan, y yo soy fundadora de algunas de ella.
Franco no da crédito a lo que está escuchando, claro que juzgó a la familia en cuanto los vio, prepotentes, obstinados, con aires de superioridad; es evidente que se ha equivocado, o al menos respecto a las hijas.
- Y si yo soy una de esas personas que realmente necesita ayuda, ¿tu mamá se opondría a ayudarme?
- ¿Y qué ayudas necesita usted exactamente?- Franco acaricia los dedos de Sara con los suyos, se agarran con timidez pero ninguno se mueve.
