Capítulo 22

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Días más tarde...

Franco quiso asegurarse de que se encontraba perfectamente antes de hacerle una visita sorpresa a Armando Navarro. Como es lógico, no iba a ir solo, Manolo, Miguel y varios vaqueros más no dudaron en acompañarle.

Él y varios vaqueros esperan a Manolo y a Miguel, ellos se encargaban de llevar a Armando y a sus guardaespaldas al mismo almacén abandonado.

- ¡Exijo ver a su patrón, no pueden retenerme aquí contra mi voluntad!

- Ya, cálmese, nuestro jefe sólo quiere hablar con usted.- El hecho de que esos dos desconocidos le respondan con eso no le tranquiliza en absoluto.

De repente, un hombre sale de un auto rojo, el rostro de Armando cambia por completo al ver de quién se trata.

- Buenas noches, don Armando Navarro.- el dueño del bar intenta alejarse pero los trabajadores de Franco se lo impiden.- ¿Sorprendido? Imagino que esperaba encontrarme muerto, aquí, en este lugar.

- No sé de qué me habla, no comprendo por qué me ha traído aquí.

- ¿Ah, no?- Franco le prometió a Sara que sólo utilizaría el diálogo pero las ganas de golpear a ese tipo se intensifican cada vez más.- ¿No es aquí dónde ordenó a esos tipos que me trajesen? Para que después tú acabases conmigo.

- No tienes pruebas de eso.- Armando observa detenidamente a Franco, ya no es el mismo hombre de hace unos años, ahora cuenta con recursos, con dinero, puede defenderse.- Así que, ¿por qué no olvidamos este maldito encuentro?

- Tus secuaces me rompieron un par de costillas, me cubrieron la cabeza con una bolsa, las intenciones estaban claras. Así que dime, ¿cómo se supone que tengo que responder a ese ataque? ¿Dejándote ir sin más?

- ¡No te atrevas a amenazarme, Franco Reyes o te juro que no respondo!

- ¡No, Armando Navarro! ¡Si vuelves a atentar contra mí o mi familia, la próxima vez no seré tan amable!- Franco ordena a sus hombres que lo dejen marchar junto con sus guardaespaldas.- ¡Ah, se me olvidaba!- Armando se gira antes de subir al auto.- Dile a tu mujer que no vuelva a acercarse a mis terrenos, es ella la que vino a buscarme.

Armando, enfurecido, cierra la puerta del auto sin mirar atrás. Franco no tiene ni idea de cómo ha mantenido su ira a raya, sólo deseaba golpear a ese malnacido.

En la hacienda de los Elizondo...

Sara no se ha quedado tranquila tras la llamada que ha realizado a la hacienda de los Reyes. Eva le aseguró que todo iba bien, que Franco todavía no había regresado de la oficina, sin embargo, eso no puede ser posible, él mismo le aseguró que tardaría un poco más en volver allí.

- ¡Ay hermanita!- Jimena llega para interrumpir sus pensamientos.- Te veo muy intranquila, ¿qué ocurre? ¿Franco ha empeorado?

- No, está casi recuperado, pero...tengo la sensación de que ha hecho algo y no quiere decirme nada para no preocuparme.

- ¿Y de qué se podría tratar?- Sara recuerda lo que le dijo Franco acerca del esposo de Rosario Montes, ese tipo es muy peligroso.

- Nada, serán imaginaciones mías, dime, ¿cómo vas con Óscar?

- Mejor aunque no voy a negar que estoy un poco celosa.

- ¿Celosa? ¿De quién?

- De Ruth Uribe, sé que lo que siente Óscar por ella es amor fraternal pero no sé porque, siento una gran desconfianza.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora