Bueno, lo prometido es deuda. Aquí tenéis otra historia. Os tengo que informar de que no me apetece mucho volver a ver la primera temporada, no enfadaros conmigo pero es que ahora lo que menos me apetece es el drama, aunque sé que en PDG1 también pr...
N/A: Muy buenas, os aviso de que todo lo que leeréis a continuación es completamente inventado, utilizaré la trama del derrumbe de la casa pero para que todo lo que tengo en mente ocurra...tendrá que ser completamente distinto a lo que vemos en la primera temporada. Espero que os guste. Capítulo dedicado a todas aquellas personas que me animan a continuar, sí, va dirigido a tod@s vosotr@s.
Los encuentros de Sara y Franco fueron menguando poco a poco ya que las visitas de Leandro y Benito se convirtieron en algo habitual, Doña Gabriela y Doña Raquel no piensan rendirse. Al menos Jimena y Leandro sí se han hecho buenos amigos, lo que pone de los nervios a Óscar, el cual no duda cualquier oportunidad que se le presenta para espiarlos, Jimena le asegura que sólo son amigos pero no puede negar que le encanta ver a Óscar celoso.
Franco, por su parte, aprovecha para burlarse de Sarita. El joven Benito no la deja respirar, y ella, para no enfadar a su madre, tiene que aguantarlo. Su paciencia tiene un límite, ese muchacho sólo sabe hablar de comida y de dinero.
Hace un par de días...
La familia decide hacer una fiesta, sólo porque les apetece reunir a los amigos y familiares más cercanos, entre ellos Doña Raquel y su marido Calixto, el cual no puede valerse ya por sí mismo.
Los hermanos Reyes ayudan a Don Martín para bajarlo junto con el resto de invitados. De repente, los tres se quedan inmóviles a mitad de camino.
- No...- Óscar traga saliva.- no puede ser.- Juan, que lleva al viejo en brazos, derrama algunas lágrimas sin poder evitarlo.
- ¿Libia?- Susurra Franco al ver a la hermosa joven hablando y riendo.
- ¿Qué os pasa muchachotes? Ni que hubieseis visto un fantasma, ¿pensáis bajarme de una vez?
- Sí.- Juan reacciona enseguida.- Disculpe Don Martín.
Don Martín suelta algún que otro comentario burlón hacia Doña Raquel, sin embargo su expresión cambia al saludar a la muchacha.
- Ruth, llevaba mucho tiempo sin verte, estás muy linda.- ella se inclina para abrazar al abuelo. La joven observa a los tres hermanos.
- ¿Y ustedes? ¿Quiénes sois?
- Dis...disculpe señorita.- ambos intentan fingir que todo va bien aunque no es así.- Yo soy Óscar Reyes y estos son mis hermanos, Juan y Franco.
- ¿Son los encargados de la construcción? Mis primos me pusieron al día.- Ninguno se atreve a responder, esa chica es la viva imagen de su difunta hermana, ¿cómo es posible?
- Sí, y de hecho tendríamos que regresar al trabajo, con permiso.- Franco busca a Sara por la sala, intenta establecer contacto visual con ella, la necesita ahora mismo.
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Sara, que ha estado hablando con unos amigos de la familia, ladea la cabeza al ver cómo alguien levanta la mano; Franco le hace una señal con disimulo, se verán en el lugar de siempre.
