Love Again

Surprise news

Las semanas pasaban y por consecuencia el fin de las vacaciones, que significaba regresar a una nueva jornada de trabajo. La joven pelinaranja sabía eso, era el inicio de su rutina mañanera, de modo que con toda la pereza del mundo se levantó para dirigirse al baño, donde realizó todas sus necesidades y proseguir a vestirse, como ese día no le tocaba guardia, solo se puso un pantalón de vestir con una camisa de manga larga lisa color rojo, combinado con unos flats cafes, se amarro el cabello en una coleta y para finalizar se colocó tanto anillo como aretes muy típico de ella. Después termina con su rutina bajo las escaleras hacia la planta baja donde se encontraba su amiga preparando el desayuno, cantando y bailando al ritmo de bidi bidi bom bom.

-Aun no entiendo cómo es que logras levantarte tan temprano y con toda la actitud de mundo- decía la bruja mientras entraba a la cocina y se sentaba frente a la mesa- enserio yo necesitaría por lo menos dos tazas de sangre de manzana para poder despertar bien.

-Jajaja hay Eda, es la costumbre, mi madre se levantaba así de temprano y con la música a todo lo que da, no te imaginas la condena los fines de semana, que tiempos- recordaba la morena, mientras servía dos platos de desayuno - pero bueno, ¿que tal dormiste?

- Muy bien, aunque las nauseas matutinas no son las más lindas que digamos.

- No me imagino jajaja suerte con ello- decía la chica mientras ponía los platos en la mesa.

- Gracias Cam, lo necesitare- respondió la pelinaranja- ¿Hoy tienes mucho trabajo en la veterinaria?- pregunto mientras daba el primer bocado a su comida.

- No mucho, solo hay un conejito y como tres perritos por atender en todo el día- comentaba la otra chica también degustando su desayuno- ¿y tu?

- Pues tampoco hay tanto por hacer y gracias que no hay guardia hoy, así que solo debo atender alguno que otro paciente y acomodar en mi agenda las cirugías que llegaron en mi ausencia.

- No puedo creer que seas una de las mejores cirujanas y doctoras en todo connecticut, mejor dicho en todo Hartford- comentaba recordando viejos tiempos- Tan solo pensar que cuando eramos jóvenes ya te habías rendido con la escuela y mírate ahora.

- Jajaja no era la educación en sí, con lo que me había rendido, más bien el hecho de reprimir toda tu magia y solo aprender un tipo en específico,era la razón por la que no estaba comoda, aparte que me repudiaron por mi maldición- dijo mientras le daba otro bocado a su desayuno- Pero una chica me convenció de seguir estudiando y ahora soy algo en esta vida, por ella.

- Mmm quien será?- siguiendo la broma de su amiga- pero siendo sinceras que hubiera pasado si aquella vez no te hubiera conocido- se puso a pensar la veterinaria.

-Probablemente sería una estafadora experta y tendría un puesto de cosas humanas en las islas- se reía la pelinaranja con su característica risa de cerdito.

- Que bueno que llovió esa vez y el único refugio era esa cabaña- comentaba la morena mientras daba el último bocado a su comida

- Si fue un milagro.

Ambas terminaron de desayunar y continuaron con su rutina, mientras una se iba a vestir la otra se ponía a lavar los trastes. Cuando ambas estaban listas, tomaron sus cosas y se subieron al auto de la morena.

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Cuando Camila la dejó frente al hospital, Eda tomó aire, disponiéndose a entrar al edificio. Dentro de aquel lugar no era Eda la dama búho, la bruja más poderosa de las islas hirvientes, más bien era la doctora Edalyn Clawthorne, la mejor cirujana de todo Hartford, Estados Unidos. Le llenaba de orgullo que la llamaran así, tantos años interactuando en el reino humano le hicieron comprender varias cosas y sabía que su puesto era de importancia en la medicina, si su hermana Lilith supiera eso, estaría muy celosa, pero por lo menos ella no era una lamebotas del emperadorsucho ese.