Love Again

Fromm overnight

En verdad disfrutaba la nueva etapa de su vida, podía conocer cosas nuevas gracias a su hija, sabía cuando su niña estaba feliz, triste, enfadada o se sentía mal, conocer esa nuevas sensaciones como madre (aunque sus amigos no puedan creer que tenga ese lado), le hacía sentir plena,que sin pensar y de un parpadeo había pasado cuatro años, cuatro grandes años que habían hecho, que la relación madre e hija sea un lazo muy unido, por lo cual la pelinaranja quería que su bebe nunca crezca y llegue a la terrible adolescencia, ya que aún recordaba los primeros paso de su nena, sus primeras palabras, las risas en los momentos más felices y lágrimas que había cuando Luz enfermaba o se sentía triste. Pero no todo era miel sobre hojuelas y Eda sabía que en algún punto tendría que llevar a Luz a sus raíces, cada que iba de visita a ver a Hooty no la llevaba porque al ser muy pequeña tenía miedo que algún peligro de las islas le haga daño. Pero eso tendría que cambiar por esta ocasión y gracias a la insistencia de su guardián llevaría a la niña de visita aunque sea solo el fin de semana. Luz sabía o por lo menos entendía que ella y su mamá eran diferentes, y como pasaba en sus libros que su mami le leía, tenían magia pero no debía mostrarlo a sus primos, tíos, niñera o en general a ninguna persona humana, excepto a su querida madrina, además estaba el hecho que cada que salía tanto ella como su madre debían usar una bonita piedra que les ocultaba la forma de sus orejas ya que no eran igual al de sus familiares y no quería que sus primos dejen de jugar con ella, por lo que ponía su collar sin rechistar, así como su madre ponía el suyo.

Eda se encontraba entretenida repasando el plan de ese fin semana y sin darse cuenta una personita se encontraba detrás de ella a punto de sorprenderla.

-¿Mami donde vamos?- pregunto de la nada, una linda niña de tez morena, ojos ámbar, cabello largo y de color castaño atado en dos coletas. Que al ver a su madre guardando cosas en una bolsa le interesó, ya que eso significaba salir de paseo.

-Luz, cariño! Me asustaste- respondió su madre algo sobresaltada- pues ... .- buscaba las palabras correctas para explicarle a su hija- Iremos al lugar del que te tengo hablado, donde te presentaré a un amigo que quiere conocerte.

-Siiiii- dijo la niña alzando sus manos en signo de felicidad- ¿vendrá mi nina a conocer al nuevo tío?- preguntó de manera rápida y sin respirar la pequeña, lo que causó que su madre apenas entendiera lo que dijo.

-No cariño, me temo que por esta ocasión solo seremos tu y yo- hablo mientras tomaba en brazos a su hija y se sentaba en el sillón haciendo a un lado las cosas que guardaba- Acuerdate que tengo contado que las islas son algo diferente y peligrosas por lo que tendríamos que preparar a tu madrina para las cosas asombrosa que verá, sin contar que allá hay más personas como nosotras - dijo refiriéndose a su orejas lo que la niña comprendió, ya que al ser pequeña comprendía las cosas fácilmente- Y si llevamos a tu madrina sin preparación llamaríamos demasiado la atención, lo que tendremos que evitar por ahora, sin contar que la pondremos en peligro, ¿y no queremos eso no?- al ver que la niña movía su cabeza afirmando que entendió y sin indagar mucho sobre el tema Eda le explico ciertas cosas a Luz que la ayudaran en su viaje- Pero si esta corta visita sale bien, para vacaciones podemos llevar a tu madrina para un viaje de aventura ya que será mas tiempo- le dijo a la pequeña para que no se sintiera triste.

-¡Siiii Aventura!- exclamó una Luz muy emocionada.

-Mi linda princesa!!! - sin resistir más le empezó hacer cosquillas a su hija lo cual divertía a la pequeña.

-Ya mami, ya jajaja.

-Esta bien.. por ahora señorita- se detuvo para acomodar las coletas y la ropa de la niña que se arruinaron al estar moviéndose- ahora ve a tu cuarto y trae solo dos cuentos- recalcando la palabra dos ya que sabía, que si fuera por su hija traería una biblioteca entera.