Me levanto temprano, la verdad es que no tenía planeado despertarme hoy hasta el medio día, o mañana, o la próxima semana, no importa, tengo tanta flojera, pero Cloe quedó en pasar por mí en media hora para irnos a la escuela, sigo con el vestido de lentejuelas puesto y siento un vacío en mi mano que Alex solía sostener cuando me quedé dormida, suspiro ante el recuerdo, en mis sueños tan sólo podía ver sus ojos y sus labios, quisiera seguir soñando... Niñerías Felissa, niñerías... tomo aire y me mentalizo para salir de la cama, en serio tengo muchísima flojera, mi cama está tan rica, ahora mismo no me levantaría ni aunque me pusieran el helado más delicioso del mundo enfrente. Pero Cloe es mi mejor amiga, y si ella hace un esfuerzo por levantarse temprano, ¿por qué yo no? Mi flojera no debe poder más que mi mejor amiga. Finalmente logro convencerme y salgo de la cama, tengo que darme prisa, encuentro un vaso de agua y una pastilla en una servilleta junto a una nota sobre mi mesita de noche, tomo la nota y la leo:
Te hará falta para la resaca, llámame si necesitas algo. Cualquier cosa, sobre todo si tiene que ver contigo desnuda en alguna parte.
-Alex
Su último comentario me pone de lo más nerviosa y aprieto mis piernas com fuerza.
No puedo creer que siga con la idea de que estaba borracha, me tomo la mitad del agua y vuelvo a colocar el vaso junto a la pastilla que no voy a tonar, me doy una ducha rápida, llego a mi habitación -la cual está toda tirada, para variar - mi ropa está toda desperdigada por el piso -qué pena que Alex haya visto todo este tiradero anoche -recojo los primeros jeans que encuentro y me meto en una sudadera celeste de polo, me pongo unos tenis y cojo mi bolso de sobre la cama.
Reviso el reloj, Cloe debió haber llegado hace unos diez minutos, al menos no quedo mal, me siento en el sillón. Pasan quince minutos. Pasan otros veinte minutos. Nada. Ni un mensaje, nada, estoy desesperada por tener que esperar y preocupada de que le haya pasado algo. Al cabo de una hora escucho un coche fuera de mi casa, me asomo y la veo estacionada retocándose el maquillaje. Suelto un suspiro exasperada.
-Tú no vas-le digo a Chubaca-Adiós-me despido antes de salir por la puerta y cerrarla.
Me meto al coche de Cloe y la volteo a ver molesta, perdí las primeras dos horas de clases. Quita la vista del retrovisor, con el rimel aún cerca del ojo.
-Me quedé dormida. No podía levantarme, me bañé y me volví a dormir-sigue aplicándose el rimel-Luego Gabbe me llevó a mi casa y no encontraba las llaves de mi coche.
No respondo nada porque estoy molesta y no quiero pelear.
Cloe se echa a reír.
-Tú cara está espantosa.
La fulmino con la mirada y volteo mi cara hacia la carretera, ella pone en marcha el coche, yo no digo nada. Sí, seguramente mi cara se ve espantosa porque yo sí me levanté temprano y yo no me di mi tiempo si quiera para ponerme gloss. Vamos todo el camino en silencio, hasta que a Cloe se le ocurre la brillante idea de cambiarlo.
-Quiero hacerlo con Gabbe-dice nerviosa.
-¿Hacer qué?
-Ya... Ya sabes...
-Ah, te refieres a tener sexo.
-Sí. Creo que estoy lista.
Cree estar lista pero ni siquiera pudo decir la frase "quiero tener sexo".
-Si tú quieres... Hazlo... Es tu vida-estoy demasiado molesta como para prestarle atención.
-Pues sí, sí quiero, y lo haré-está un poco tensa.
ESTÁS LEYENDO
Bruja
Teen FictionAcostumbrada a una vida de poder, Felissa sabe que puede controlar todo cuanto le rodea, a excepción de una cosa: libertad total, y cuando la oportunidad se le presenta, no dudará ni un segundo en lanzarse sobre de ella, no vive encadenada ni mucho...