FelissaFinalmente ya es viernes por la noche, nos quedamos de ver en una hora en un bar a las afueras de Unionville.
Cloe insistió en que nosotras dos nos fuéramos en su coche, así que Lucas ya no tenía que venir por mí, eso me hace sentir un poco más confiada.
Decidí ponerme una sudadera holgada con una falda ajustada de la cintura y con caída en A que cubre la mitad de mi muslo, con unos botines.
Cuando llegamos al bar ya están todos en la entrada y al parecer discutiendo con el que cuida. Al acercarnos Alex me ve con una sonrisa torcida ^Por Jesucristo y todos los ángeles, en serio podría morir ahora ^.
—¿Qué sucede?—pregunto con toda confianza como si mi cabeza no estuviera pensando en... Bueno, lo que sea que esté pensando.
—El lugar es para mayores de edad, genio.
Oh, rayos, no tomé eso en cuenta cuando sugerí el lugar, yo tengo mi identificación falsa, pero al parecer ellos no y... Un momento, el que está cuidando la entrada es un dinastic, bingo.
—Ahora vengo—le digo a Alex, comienzo a caminar hacia el de la entrada, Clo me sigue. —¿Qué tal?—digo con voz seductora. —Soy Felissa Beaumont, tal vez haya escuchado hablar de mí —espero que Cloe no tenga esto en cuenta.
—Señorita Beaumont-asiente en respuesta.
—A mis amigos y a mí nos encantaría poder entrar al lugar.
—Lo siento señorita, pero son menores de edad.
Sonrío. Me está haciendo enfadar y yo voy a hacer que nos dejen entrar al lugar lo quieran o no porque no voy a permitir que el idiota de Alex se burle de mí.
—¿Podrían hacer una excepción?-me escucho decir —¿por mí? —Ahí está otra vez esa vocecita tan dulce que tan bien me sale.
Me ve con un gesto de disculpa, sí siempre los hago sentir culpables cuando me pongo en ese plan, pero también hay un poco de... Oh sí, temor.
—Lo único que puedo hacer por usted es llamar al dueño.-sugiere.
—Está bien, gracias.
Se da la vuelta y se mete en una puerta que supongo da a la oficina del dueño. Espero que sea un dinastic, espero que sea un dinastic.
Cruzo los dedos, cruzo los dedos.
—Felissa-susurra Alex en mi oído. Afortunadamente Jen había olvidado su bolso en el coche y Lucas la acompañó, sobre todo porque así no puede darse cuenta de lo que estoy haciendo—¿ahora qué has hecho? ¿Va a venir la policía por nosotros? —Se echa a reír.
—Qué poca confianza —digo alejándome un poco—sólo vamos a charlar.
Justo en el momento en el que llega el dueño, sí, es un dinastic.
—Felissa—dice emocionado, no siento temor en su voz. Es un dinastic de apariencia de unos treinta y pico, tiene el cabello amarrado en una coleta pequeña y barba de candado, viste unos vaqueros, una camiseta de alguna banda de rock y trae ¿un saco? ¿Por qué rayos trae un saco con esa ropa? Vaya, sí que es extraño.
—Hola...—hago una pausa sugerente para que me diga su nombre.
—John —Sonríe.
—¿Qué tal John?—le ofrezco mi mano, principalmente porque sé que lo va a intimidar, y acerto, en cuanto la toma se queda petrificado.
—Vaaaaya-dice sorprendido —es mil veces mejor de lo que esperaba.
Alex se tensa a mi lado y rodea mi cintura con su brazo. Sonrío ampliamente a Jonh como para indicarle que sea discreto.
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Bruja
Novela JuvenilAcostumbrada a una vida de poder, Felissa sabe que puede controlar todo cuanto le rodea, a excepción de una cosa: libertad total, y cuando la oportunidad se le presenta, no dudará ni un segundo en lanzarse sobre de ella, no vive encadenada ni mucho...