-¿Felissa? ¿Me recuerdas?- s
u característica sonrisa vuelve a hacer acto de presencia.-¿Debería? - pregunto en tono indiferente.
-Eh... ¿Tal vez? - duda.
Werner pone cara de fastidio.
-Muchacho, sólo debes poner nuestras cosas en el elevador, vamos al último piso.
Steven asiente y hace lo que se le ordena.
- Supongo que fue una de tus conquistas, ya sabes lo que opino de que te metas con el personal- me regañana Wern.
-Me hizo un favor- me defiendo.
-Sabes que odio tener que despedir a alguien sólo porque decidiste pasar el rato con él, es mejor cuando son desconocidos.
-No te estoy pidiendo que lo despidas, pronto sabrás lo que buscaba esa noche.
Comienzo a caminar acompañada por la mirada curiosa de Cloe.
-Gracias Steven- murmuro cerca de su oído para que nadie más pueda oírme.
Nos subimos al lujoso ascensor bañado de oro puro dejando a Steven tímido, las puertas se cierran y Werner lanza una pequeña descarga de poder -es la unmanera en la que funcionan los botones de los pisos superiores -al botón que anuncia el piso doscientos. El ascensor comienza a moverse a una velocidad de vértigo que provoca que mi mejor amiga suelte un gritito y nosotros reímos.
Unos pisos antes de llegar, me preparo ,trueno los dedos de mis manos sólo para agregar mayor dramatismo y veo a Werner quien sonríe travieso.
-¿Lista para sorprenderte, Cloe?- le dice a mi amiga.
Ella no dice palabra. Sólo asiente.
Las puertas se abren y antes que nada cambio el ambiente del piso, todas las puertas y ventanas de las suites se cierran de golpe, la cristalería hace ruidos como si estuviera a punto de estallar, el mármol truena, las lámparas comienzan a parpadear y enseguida apuntan directamente hacia nosotros, la energía fluye por todo el lugar haciendo que todos nos volteen a ver, se oye un estruendo y la puerta de mi suite se abre, revelando una luz encendida, del reproductor de alguien comienza a sonar Girl on fire y se extiende a todo volumen, sonrío mientras camino altanera hasta mi habitación, Werner y Cloe a mi lado, muchos se esconden y otros voltean discretamente, nadie sonríe, nadie habla, sólo se escucha la canción y el resonar de nuestros tacones.
-Las maletas- ordena Werner a alguien que no volteo a ver, al llegar junto a nuestras habitaciones libero el seguro de la suya- ¿Qué les parece disfrutar de una cena esta noche?
-Claro- sonrío.
- Nos veamos aquí a la nueve, mientras tanto, diviértanse- señala todo nuestro alrededor, el cual sigue en penumbra, entramos a las habitaciones y al cerrar la puerta regreso la electricidad a todo el piso.
-¡¿Qué fue eso?! - pregunta Cloe anonadada.
- Una buena entrada - contesto - debían saber que estamos aquí y que no se meterán con nosotros.
-Un espectáculo - sonríe.
-Exactamente.
-¿La canción era necesaria?
-¿Por qué no? Fue un gran toque. Es mi canción.
Me río.
-Wao- inspecciona la habitación.
-Esta es mi suite- le muestro todo.
-¿Tuya?
Asiento.
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Bruja
Teen FictionAcostumbrada a una vida de poder, Felissa sabe que puede controlar todo cuanto le rodea, a excepción de una cosa: libertad total, y cuando la oportunidad se le presenta, no dudará ni un segundo en lanzarse sobre de ella, no vive encadenada ni mucho...