What you're made of:
~*~
Lanzó esa nueva pelota una vez más, hacía un tiempo que perdió la favorita de Darwin y sabía que su perro adoraba aquellos objetos esféricos, así que, como buena dueña, le compró otra que no impresionó demasiado a su mascota. La primera vez que se la mostró la miró como diciendo: «Tía, ¿a quién estás engañando? ¿Dónde está mi amiga?», pero acabó aceptando a la nueva porque no podía evitar perseguir cualquier pelota voladora, la que fuera. En el momento presente parecía que no le importaba que esa aún no tuviese incorporado el sabor de sus babas. Sonrió al sentir una palmada en su trasero cuando se inclinó para recuperar la pelota de la boca del perro, y miró detrás de ella para encontrarse los preciosos ojos de Irene, que le regalaba el mismo gesto. Le tendió la pelota y ella la lanzó esta vez bien lejos, aprovechó el descuido para tirar de la mano de su chica, interceptarla con sus labios y besarla lentamente. Así era como debía ser.
Irene se había quedado la noche anterior a dormir en su casa y parecía que las cosas habían vuelto a la normalidad, al menos eso era lo que había sentido cuando la tuvo de nuevo entre sus brazos mientras veían una película en el sofá antes de dormir. Por la mañana la despertó a base de besos y se perdió en sus ojos mientras se acariciaban despacio antes de preparar el desayuno.
Buscó a Darwin con la mirada al caer en la cuenta de que tardaba más de lo normal en volver, y su corazón se saltó uno, dos… quizás hasta tres latidos cuando la vio. Parecía que su perro y ella compartían gustos, porque ahí estaba: saludando a Jennie Kim como si hiciese años que no la veía. Los ojos gatunos de la chica conectaron con los suyos y le sonrió automáticamente, levantando la mano. Ahí estaba, con ese maldito cigarro entre los dedos que le hacía jodidamente más atractiva. Porque qué bien rodeaban aquellos labios los pitillos.
Mierda. ¡Alerta! ¡Se está acercando! ¡Se está acercando! Lisa, respira y disimula. Joder, que tienes a Irene al lado… Ufff…
"Hola," saludó una vez llegó junto a ellas.
"Hola." Sonrió e intentó no mirarla más del tiempo necesario.
"¿Qué tal?" Jennie miró fugazmente a Irene antes de volver la vista a ella. ¿Tenía que presentarlas? Sí, ¿no?
"Bien, dando una vuelta," agarró la mano de su chica. "Irene, esta es Jennie," nada más dijo su nombre, la castaña la miró con más interés.
"La famosa Jennie," se sorprendió su chica, y le ofreció la mano.
"Encantada, Irene." Sonrió ampliamente. "Lisa me ha hablado mucho de ti."
"Espero que cosas buenas."
"Muy buenas," confirmó.
"Lisa también habla de ti, y muy bien," ambas coreanas la miraron al mismo tiempo, y casi deseó ser un avestruz y poder meter la cabeza bajo tierra en esos instantes.
Genial, Lisa, aquí está la situación que con tanta ansia esperabas. Tu chica y Jennie juntas. Jennie e Irene hablando entre ellas y comentando lo mucho que hablas de la otra cuando solo una está presente. ¿Nos lanzamos a la piscina y contamos también las veces que piensas en una y en otra cuando no están delante? ¿Quién ganaría? Pues la verdad era que no lo tenía muy claro.
"Tenía ganas de conocerte," indicó Irene, y la castaña volvió a mirarla, llevándose el cigarro de nuevo a esos jodidos labios.
"Yo también a ti, solo conozco a Jisoo y Rosé. Bueno, me crucé una vez con la parejita: Haein me pareció un chico muy simpático."
ESTÁS LEYENDO
Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》
Teen FictionUna pequeña obsesión surge en Lisa tras hallar en su cabaña de campamento, el diario de una tal Jennie Kim. Y conforme vaya conociendo a Jennie a traves de sus paginas, a sus quince años surge un primer enamoramiento. Lamentablemente, Jennie ya no s...