19

5.4K 473 780
                                    

Un estúpido malentendido:

~*~

Observó el diario que Lisa acababa de darle, sin entender muy bien lo que perseguía la veterinaria con todo aquello. Porque, de repente, había comenzado a comportarse de un modo bastante extraño, la verdad. Parecía extremadamente nerviosa y no tenía ni la más mínima idea de qué había querido decir con aquel «No te acuerdas de mí» en ese tono tan herido. ¿Y la cara que se le había quedado cuando le dijo que aquella camiseta no era de su talla? Dios, casi le había dolido la expresión de sus ojos, un «no puedo creer que me estés diciendo esto» un poquito exagerado en su opinión, porque es que no era su talla, de verdad. Abrió el diario de todas formas, con la esperanza de encontrar dentro algo que le diera un poco de sentido a los últimos acontecimientos.

Diario de Jennie Kim.

Pero ¿qué demonios? ¿Por qué en aquel diario ponía su nombre si no lo había visto en su vida? ¿Y por qué Lisa lo tenía y se lo estaba dando? Le había dicho que se lo había dejado debajo de una almohada en un campamento, y ella no había pisado uno de esos en su vida.

"Esto no es mío, Lisa." admitió tras encontrarse de nuevo con sus ojos.

La veterinaria le sostuvo la mirada por unos segundos en silencio, como si necesitara tiempo para darle sentido a esas cinco palabras, como si de repente le estuviera hablando en un dialecto desconocido. En serio, toda aquella situación estaba comenzando a agobiarla un poco, porque Lisa le estaba devolviendo la mirada como si de un momento a otro hubiera olvidado quién era ella y buscara algo que decir, pero, a juzgar por su prolongado silencio, las palabras se le estaban resistiendo. La expresión de sus ojos había cambiado, parecían estar buscando desesperadamente una respuesta en sus facciones; el problema era que ella no tenía ni idea de cuál era la pregunta y no le gustaba que la mirase de ese modo.

"¿Qué te pasa?" le preguntó levantándose del sofá.

Lo entendió todo un poco menos cuando Lisa dio un paso atrás ante su gesto. Mierda, ¿qué demonios estaba pasando? ¿Y por qué la estaba mirando así? Algo en su interior se estaba revolviendo de una forma bastante desagradable ante aquella inesperada reacción de la veterinaria y no podía haber elegido un momento peor.

"Lisa," intentó tomarla de la mano y obtuvo otro paso atrás como respuesta.

"Joder, tengo que irme," soltó de pronto. "Lo siento, tengo que irme," repitió haciéndose con su abrigo.

Aquello era surrealista, por el amor de Dios, hacía dos minutos aquella chica estaba arrodillada frente a ella mirándola de esa forma tan alucinante en que solía hacerlo y, de pronto, una extraña camiseta y un misterioso diario después, tenía que marcharse con mucha prisa y sin dar explicaciones, y la forma en que la miraba ya no era tan alucinante. Podía notar cómo se tensaba uno a uno cada uno de los músculos de su estómago en respuesta a su precipitada retirada. Precisamente cuando más necesitaban hablar, al menos ella lo necesitaba.

"¿Irte? ¡Lisa!" la llamó caminando tras ella hacia la puerta de salida. "Lisa, ¿puedes explicarme qué pasa?"

La veterinaria se volvió hacia ella, con sus zapatillas ya puestas y con su mano sujetando el pomo de la puerta, y la miró como si tuviera que obligarse a hacerlo, de una forma que la hizo echar de menos a la otra, a la de siempre, y a su sonrisa.

"Yo...lo siento," balbuceó.

"¿Qué sientes? Lisa, por favor," suplicó porque aquella situación empezaba a agobiarla, y mucho.

"Ha sido un malentendido," dijo sin más antes de abrir la puerta con mucha prisa.

Aquello la dejó tan fría que no tuvo los reflejos suficientes como para impedir que saliera de la casa.

Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora