Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》

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Fighting temptations:

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Echar currículos era una misión suicida, si no que se lo dijeran a ella ese día tras casi morir atropellada por un coche y luego por un adolescente hormonado en bicicleta, que tuvo hasta la cara de silbarle en vez de pedirle perdón por estar a punto de llevarla al otro barrio. Había terminado su ronda antes de tiempo y, para celebrarlo, iba a dar una vuelta por aquella zona de Cleveland para ver si encontraba una librería: tenía que actualizar su biblioteca; le sobraba tiempo libre y leer le gustaba más que ver la televisión.

"¡Oh, joder!" escuchó que protestaba la persona con la que chocó por ir mirando los escaparates de todas las tiendas en busca de alguna que tuviese libros.

"Aquí está: la mal hablada de Lisa." Sonrió cuando se encontró con sus ojos oscuros y grandes.

"Oh, eres tú…"

"Qué efusiva eres siempre," comentó divertida y la hizo sonreír. Observó que llevaba un vaso en la mano y que todo su contenido le caía por los dedos, manchando incluso el inicio de la manga de su chaqueta. "Oh, vaya… Lo siento, Lis," se disculpó, sacó un pañuelo del bolso y frotó con él la tela y su mano para limpiarla.

"Gracias, pero es mi estilo. Me encanta ir manchada a los sitios. Si no voy sucia, la gente no me suele reconocer."

"No mientas tanto."

"¡Es verdad! Si no, no podría hacer esto." Nada más lo soltó, pegó la mano a su mejilla y le restregó las pequeñas gotas de café que aún no había limpiado."

"Qué asquerosa." Sacó otro pañuelo mientras reía y se limpiaba la cara. "Ahí te quedas, a ver cómo te limpias." Empezó a caminar de nuevo y sonrió cuando escuchó sus pasos detrás de ella.

"Ey, Jennie," llamó, y ella giró la cabeza para verla caminar a su lado, "¿qué haces por aquí?"

"Acabo de terminar de echar currículos."

"¿Eso que huelo es una futura Jennie profesora?"

"Ojalá." Soltó una risa y la miró de reojo.

"Ya verás que sí."

Desde que conoció a Lisa había podido comprobar quedada tras quedada que tenía una habilidad innata para hacer sentir bien a la gente. Siempre conseguía sacarle una sonrisa, y el tiempo con ella, literalmente, pasaba volando. No recordaba ningún silencio incómodo o haberse quedado sin algo de lo que hablar, con esa chica todo fluía y le gustaba que fuese así.

"Ahora iba a buscar alguna librería antes de ir a casa. ¿Sabes de alguna que quede cerca?"

"Jennie, estás con la mejor guía turística de todo Cleveland," se jactó, y ella le dio suavemente con la cadera. "¡Eh! Vas a tirarme al final todo el café." Dio un sorbo largo. "Vale, déjame pensar." Paró en seco y ella observó interesada cómo miraba pensativa hacia un lado y otro de la calle.

"Te queda bien el verde, Lis," la elogió tras echar un vistazo a su atuendo, y era cierto que el verde oscuro de esa chaqueta quedaba bien con su cabello corto y flequillo, y hacía resaltar sus ojos grandes.

"Gracias." Sonrió tímida, y eso la hizo sonreír también. "A ti te queda bien ese gorrito." Estiró el brazo y se lo bajó entre risas hasta taparle los ojos. "Hay una librería aquí cerca, te acompaño si quieres, pero creo que es de libros de segunda mano, si no recuerdo mal… Puedo pensar en otra por el camino."