Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》

Butterfly effect

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Encontrar ese diario debajo de la almohada de su cama en aquel campamento de verano supuso tres cosas para Lisa: la primera, la pérdida de muchas horas de sueño sumergida entre sus páginas; la segunda, su primer flechazo adolescente con la chica que lo escribió: Jennie Kim; y la tercera, y mucho más importante, ser también el primer flechazo adolescente de su primer flechazo adolescente.

Doce años después, Lisa tiene una vida que le gusta, un trabajo que le encanta, un perro llamado Darwin y a Irene, una novia a la que adora, pero sus amigas continúan utilizando el nombre de «Jennie Kim» como si fuese sinónimo de su alma gemela. Y es por eso por lo que cuando Darwin y ella se encuentran en un parque con Jennie Kim y con Kuma, su simpático cachorro de pomerania, no pueden dejar pasar la oportunidad de conocerlos un poco más.

Jennie acaba de mudarse a la ciudad, es dulce, divertida, increíblemente guapa y mantiene una relación desde hace seis años con un abogado de los trajeados llamado Kai. A pesar de que las dos tienen pareja, su amistad inicial escala hacia algo mucho menos inocente y mil veces más complicado que lleva a Lisa a perder a Irene y a Jennie a replantearse su vida en general y su relación con Kai en particular.

Totalmente enamorada de Jennie y tras un primer beso jodidamente alucinante, ante la posibilidad de que ella decida quedarse con Kai, Lisa decide jugar la carta de «he sido yo todo este tiempo» y le entrega el diario a su legítima dueña. Lejos de simplificar las cosas, el «Esto no es mío, Lisa» de Jennie desencadena una cascada de emociones descontroladas y malentendidos que tienen el potencial de terminar de un plumazo con la posibilidad de un «nosotras».