34

7.1K 390 279
                                    

MAMMA MIA!:

~*~

Tarde de viernes. Las cinco y media, traspasando la puerta hacia el fin de semana entre las sábanas de su cama.

Aquella mañana había sido especialmente intensa en el instituto y le había costado más de lo normal mantener el orden en su aula. A medida que avanzaba el curso, descendían las ganas que tenían aquellos adolescentes de permanecer sentados durante horas, malgastando su juventud entre cuatro paredes. Sus alumnos lo describirían como «trágico», ella se inclinaba más por un «increíblemente agotador».

Había empezado a verlo todo con un poco más de optimismo al localizar a Lisa esperándola a la salida del instituto. Llevaban saliendo dos meses y su organismo aún no se había cansado de acelerarse de esa manera cada vez que aquella chica le sonreía. La tarde anterior no habían podido verse, por incompatibilidad en sus horarios laborales, pero casi no le importaba, porque aquel fin de semana iban a pasarlo juntas en su piso. Así que desterró de su mente a aquel grano en el culo llamado Harrison y su «Profesora Kim, ¿puede explicarme de qué va a servirme leer a Charles Dickens para ser bróker en Wall Street?», y besó a su novia con ganas de más.

Y precisamente había sido ese «más» el que las había llevado a ambas a estar desnudas bajo las sábanas a media tarde. El sexo con Lisa era igual de genial a cualquier hora del día. Observó su espalda desnuda y se acercó un poco más a ella para besarle el hombro, ni siquiera se movió, así que le mordió con delicadeza el cuello y consiguió que se removiera perezosamente.

"Debería darte vergüenza estar en la cama a media tarde de un viernes," le dijo al oído.

Rio cuando Lisa se volvió de forma repentina, atrapándola bajo el peso de su cuerpo y se perdió un poco en aquellos ojos.

"A ti deberían darte vergüenza muchas de las cosas que has hecho hace un momento."

La veterinaria esbozó media sonrisa de las que le dificultaban respirar y ella le tapó la boca con la mano. Lisa trató de hablar, pero le era tremendamente complicado hacerse entender y al final optó por sacar la lengua y chuparle la palma, consiguiendo que riera y la liberase.

"¿Sigue en pie lo de ir al cine?" preguntó alto y claro esta vez.

"Solo si te apetece," dijo acariciando la línea de su mandíbula.

"Pues deberíamos darnos prisa," opinó incorporándose y saliendo de la cama.

La observó, porque le interesaba mucho aquella anatomía, mientras Lisa recolectaba su ropa recorriendo prácticamente toda la extensión de la habitación para recuperar las prendas.

"Lis, entendería que no quisieras ver esa película. Ni siquiera sabes de qué va."

"Claro que sí, de la vida de esa tal Abbot," se hizo la entendida dirigiéndose a la puerta.

"Alcott, mi amor," la corrigió.

"Eso he dicho," dio por sentado y ella le sonrió desde el colchón. "Escribió Mujercitas, yo soy gay, todo encaja," añadió abriendo la puerta de la habitación. "Cuidado con la fiera, no podré socorrerte desde la ducha."

Antes de que Lisa hubiese terminado de hablar, Kuma se materializó a su lado en la cama tras un espectacular salto y se tumbó junto a ella mirándola con la lengua fuera y bastante interés. Escuchó las pisadas de Darwin acercándose, el perro de su novia era mucho más respetuoso que el suyo con el espacio personal de la gente, y en cuanto vio su hocico aparecer, apoyado sobre el colchón, se lo acarició como premio por sus buenos modales.

Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora