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IT ONLY TAKES A MINUTE:

~*~

«Deberías llamarme Jennie Kim».

«Tienes pinta de rompecorazones».

«Eres lo único de Cleveland que me hace sentir como si siguiera en Corea».

«A veces me gustaría que Kai fuera un poco más como tú».

«Eres más cariñosa con los perros que con las personas».

«No puedo dejar de pensar en esa tailandesa y en sus ojos grandes».

«Joder, no sé qué me pasa contigo».

Mierda, Lalisa. ¿Qué demonios te pasa? Gritando gilipolleces que habían hecho a la castaña llorar porque, ni por un segundo de aquellos cinco meses, se había parado a pensar que quizás las cosas no eran como ella las quería. Que tal vez, pudo haber confundido todo y, seguía sin saber cuál era la mirada exacta de aquellos ojos que la miraron a través de una fotografía. ¿Importaba ya si ahora estaba segura de que en los que se moría por perderse eran en los felinos de Jennie Kim, su Jennie Kim? Porque no era la Jennie Kim del diario, pero se había enamorado de ella, y porque, si había sido un malentendido, había sido el mejor malentendido de su puta vida. De toda entera.

Y tenía que saberlo. Jennie tenía que saberlo y ni le cogía el teléfono. Joder.

Regresaba a su casa con más frío que en toda su vida y arrastrando sus ganas de arreglarlo tras ella, porque tampoco había funcionado aquello de presentarse en su casa en mitad de la noche, en plan «por si no te habías dado cuenta, estoy completamente desesperada y no me importa que todos lo sepan». Jennie le había dicho hacía unas horas que seguía queriendo besarla, pero no estaba segura de que todo aquello siguiera en pie. «Quiero irme a casa» y le había hecho trizas con la expresión de su mirada, tal vez eso de que era mejor que los cigarrillos porque la hacía sentir bien sin nicotina ya no se sostenía tan firme como antes.

Es que era imbécil, pero de verdad.

Entró en su casa con pocas ganas de relacionarse con nadie, pero Rosé y Jisoo la miraron a la vez girándose en el sofá e intentando adivinar qué había pasado a juzgar por la expresión de su cara.

"No ha querido hablar contigo," dijo la rubia, y ella se quitó el abrigo tirándolo a un lado en el sofá.

Ni le contestó, porque era bastante evidente, y se dejó caer en el hueco entre sus dos amigas, tapándose la cara con las manos. Casi de inmediato, Jisoo se las retiró, dejando su rostro al descubierto para poder captar su mirada.

"La has cagado, Manobal," le informó como si ella no lo supiera ya.

"¡Jisoo!" exclamó Rosé ante su falta de tacto.

"Tiene que saberlo," insistió la pelinegra. "Entiendo que el enterarte de que no es «Jennie Kim» te haya descolocado, Lisa, pero sigue siendo Jennie," añadió y ella la miró molesta.

"¿Crees que no lo sé?" preguntó frunciendo el ceño.

"No lo ha parecido antes," dijo en tono desafiante.

"Chicas..." trató de mediar Rosé, pero no le dio tiempo.

"¿Y no lo parece ahora, Jisoo?" dijo mientras se levantaba del sofá de forma brusca. Y seguramente se notaba que estaba a punto de llorar, porque la pelinegra suavizó su gesto. "Me bloqueé, ¿vale? Me dijo que el diario no era suyo y no supe reaccionar..."

Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora