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Un paseo por el parque:

~*~

Cleveland, 12 años después.

Like a Virgin, Music Box, Mechanical Animals, Songs about Jane, Kill 'Em All... La música siempre le había gustado, y eso de observar los diferentes álbumes de los artistas ordenados de forma alfabética lo había disfrutado desde pequeña. No sabía con exactitud qué era, si la curiosidad por el cantante o grupo, o el ruido sordo que hacían al golpear entre ellos cuando los pasaba impulsándolos con su dedo índice. A veces cogía uno de los discos y empezaba a observar la lista de canciones de la parte trasera, intentando recordar si era en ese álbum donde se encontraba el hit que no dejó de sonar en la radio durante meses. No Strings Attached, de NSYNC. Empezó a recorrer con los ojos la lista de las canciones y sonrió orgullosa cuando acertó: Bye bye bye. No supo cuántas veces la había escuchado, y nunca se cansaría de ello, era su placer inconfesable.

"Vamos a cerrar," escuchó detrás de ella y se giró para observar a la chica que había tras el mostrador; no pudo evitar sonreír internamente: era preciosa.

Estaba claro que se dirigía a ella, porque en la tienda no había nadie más, pero aún iba por la «N», así que la dependienta tendría que esperar mientras terminaba de hacer caja. ¿Hacía cuánto que no compraba un CD nuevo? No estaba muy segura, y tal vez en la «Z» estaba el cantante o grupo de sus sueños. No podía arriesgarse. Hizo caso omiso de las palabras de aquella chica y siguió moviendo su dedo sobre los distintos discos hasta llegar con éxito a la «O». Olivia Newton-John, un éxito con Grease, pero, una vez terminó la fiebre, si es que lo había hecho tras aquellos cuarenta años, se podía decir que no se había escuchado hablar demasiado de ella, a pesar de haber sido una mujer de lo más atractiva. ¿Quién no se acordaba de Sandy vestida completamente de cuero para impresionar a Danny? Bendito el día en el que vio la película solo para confirmar, un poquito más, lo interesada que estaba en las chicas.

"¿Vas a comprar algo?" ¡Joder! Dio un respingo, porque la chica le había hablado casi al oído y no se la había esperado tan cerca. "Son ya las ocho y media, y tengo que cerrar." Descubrió un amago de sonrisa en su rostro y no pudo evitar recorrerla.

Su cabello era castaño-rojizo, pero no natural, teñido, se notaba ligeramente en las raices negras. Sus ojos eran oscuros y como los de un venado, tenía nariz pequeña y pomulos altos que la hacían lucir cierta elegancia. Miró sus labios naturalmente rojos y apetecibles a más no poder, el conjunto de todos sus rasgoz la hacían ver como un conejo, uno muy hermoso. Cogió un disco al azar, observándola de cerca.

"Igual sí que estoy interesada en comprar algún disco, ¿qué me dices de este?" Señaló el que tenía entre las manos y la chica lo miró levantando una ceja.

"¿Es para alguna sobrina o estás realmente interesada en el disco de Los Pitufos?"

¿Qué mierda? Miró lo que tenía entre las manos y sintió vergüenza al comprobar que, en efecto, era el disco de aquellos monigotes azules el que había elegido bajo la presión de tenerla tan cerca. Jamás había estado de acuerdo en la producción de aquellas películas donde aquellos bichejos daban más miedo que de dibujo animado. ¿Qué decía miedo? Grima lo definía mejor. Nunca había entendido esa serie, ¿por qué el tal Gargamel estaba tan interesado en esos seres diminutos y con ese color tan poco sano en la piel? ¿Era una especie de parafilia?

"Soy una gran fan de estos bichitos adorables." Ofreció su mejor sonrisa, aunque no sabía qué convenía más a su orgullo: fingir que era fan o aceptar la derrota por su osadía al agarrar algo sin mirar antes qué era.

Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora