DO YOU WANNA BE MY BABY?:
Actualización, ya pueden respirar en paz.
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Catedrático de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Seúl, socio fundador de uno de los bufetes de abogados más prestigiosos de Seúl, consultor en tropecientas mil empresas diferentes y liderando estadísticas en cuanto al porcentaje de casos ganados a lo largo de su carrera.
Joder con Arthur Kim, el puto Elvis Presley del mundo jurídico, como Madonna en los noventa. Un jodido ídolo de masas, aunque enfocado a otro sector de la población. Un tío importante y el padre de Jennie.
Casi llevaba una hora de reloj metida en la cama con su ordenador sobre las rodillas y haciendo una extensa búsqueda de todo lo relacionado con esa estrella de la abogacía. Y es que había muchas cosas, tantas que casi intimidaba sin necesidad de conocerlo en persona. Las instantáneas que lo retrataban abundaban por la red y el hombre imponía, un hecho completamente objetivo. Trajes de diseño, sonrisa de ganador y mirada penetrante, un «no me importa si lo has hecho o no, vas a pasarte lo que te queda de vida en la trena» condensado en aquellos ojos de gato. Jennie había heredado sus ojos, pero no su forma de mirar. Gracias a Dios.
"Vaya con el abuelo, ¿eh, Kuma?" comentó, pero él dormía panza arriba a su lado y no parecía muy impresionado.
Un perrito duro de roer, seguro que le destrozaría los zapatos y sin temblarle el pulso. Y debería, joder, sí que debería. Se había pasado hablando con Jennie casi tres cuartos de hora por teléfono aquella misma noche y su chica iba a quedarse a dormir con Nayeon, porque las cosas habían ido demasiado lejos con su padre. El gran Arthur Kim podría comerse el mundo entero, pero en su propia casa era un puto desastre. Excelente abogado, pésimo hombre de familia. Como suegro no tendría precio, seguro.
Sonrió al encontrarse de pronto con una foto de «la familia de Kim Arthur» en una de esas cenas de abogados que Jennie odiaba tanto. Tenía fecha de hacía un par de años y un potencial destructor de gigantescas proporciones que amenazaba con arrasar hasta su última neurona activa, porque, joder, cómo le quedaba a la castaña aquel vestido, y miraba a cámara como sin darle importancia. Menuda humildad y menuda sonrisa. El chico que posaba a su lado debía de ser su hermano Seok-jin, y no era feo, pero le impactaba bastante menos.
Botón derecho, «Guardar como». Bendita tecnología.
El sonido del timbre resonó en mitad de aquel silencio, provocó que diera un respingo en la cama y un amago de muerte prematura. Seguidamente, se desató el escándalo característico de toda casa con perros, porque Darwin se puso a ladrar como un loco en el piso de abajo y Kuma dio un bote sobre el colchón, ladrando a su vez sin ton ni son y, aún medio dormido, se cayó de la cama. A su favor había que decir que no dejó que la vergüenza de aquel embarazoso momento lo frenase, y se recuperó enseguida saliendo como una bala hacia la planta inferior, directo a unirse con su compañero en la lucha. A ella le habría hecho mucha gracia si su corazón no estuviera amenazando con salírsele del pecho en aquel mismo instante.
Dejó el ordenador sobre la cama y se apresuró a llegar a la puerta principal. Quien quiera que fuese la persona esperando al otro lado debía de tener algo extremadamente importante que contarle. Era casi la una de la madrugada. Antes de abrir la puerta, comprobó su identidad, porque era una chica precavida, y su preocupación aumentó de golpe cuando descubrió a Rosé esperado de pie en su porche.
"¿Qué pasa?" preguntó con el corazón en un puño en cuanto estuvieron cara a cara.
"¿Puedo entrar?" le devolvió otra pregunta, y ella se apartó de la puerta con rapidez.

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Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》
Teen FictionUna pequeña obsesión surge en Lisa tras hallar en su cabaña de campamento, el diario de una tal Jennie Kim. Y conforme vaya conociendo a Jennie a traves de sus paginas, a sus quince años surge un primer enamoramiento. Lamentablemente, Jennie ya no s...