La habitación.

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Todo era obscuridad pero sus sentidos estaban totalmente alerta, sus manos temblaban mientras se aferraba con fuerza a la madera de la silla en la que se encontraba sentado, el dolor que recorría su cuerpo cada vez era más fuerte, inpidiendole moverse.

Las horas pasaron y el dolor se había vuelto insoportable, una tenue luz se adentraba por la pequeña ventanita cerca del techo.

Sus pantalones estaban húmedos y aún que había intentado mantenerse callado no pudo hacerlo, el dolor era demasiado, en un momento sintió nuevamente algo escurriendo por sus piernas y su pánico aumento.

El chirrido de la puerta hizo eco en la habitación haciendo que mordiera su labio inferior para acallar sus quejidos. Unos firmes paso se escucharon y la poca luz que entraba por la puerta dejo ver esa alta silueta que tanto aborrecía.

–– ¡¿Que no puedes aguantar?! Puedo oír tus gritos por toda la casa.

Sacudió su cabeza negando con desesperación, estiró una de sus manos hasta la persona de pie a unos pasos de el.

–– N-n... necesi-to ir a u-un hos...hospital, mi be-...

–– ¿Acaso estás demente? ¿Un hospital? Si claro.–– la silueta se alejo, negó al ver como la puerta estaba por ser cerrada.–– arreglatelas.

–– ¡Por favor... Ugh!–– negó nuevamente y como pudo se arrastró hasta el viejo colchón a sus pies, sus manos estaban hechas puño sobre la desgastada tela de su ropa.–– No... agh... no puedo morir.–– con el dorso de su mano limpio su frente.–– T-tu abuelito nos espera... Ugh debo volver a casa.–– se acomodo abriendo sus piernas, no dejaría que el pequeño ser que crecía en su vientre muriera aún sintiendo como su cuerpo parecía no dar más, el no se dejaría morir, por su bebé, por su padre que seguro lo estaba buscando, tenía que hacerlo bien.

–– ¡Ahhg!–– tiró su cabeza hacia atrás mientras hacía todo por dar a luz a su pequeña estrella.–– Ugh... Uf...–– Bajo su mirada luego de varios minutos, sangre era lo único que podía ver, cada vez se sentía más y más debil.–– no puedo... y-ya no... ¡Ahhng!–– y justo cuando estaba por rendirse y dejarse llevar por el dolor y el cansancio un suave quejido seguido de un llanto lo hizo abrir los ojos llevando su mirada entre sus piernas donde estaba esa pequeña personita, con manos temblorosas lo levantó acercándolo con cuidado debido al cordón que aún los unía. Suavemente limpio la sangre del pequeño rostro.–– Eres... re-realmente pre-precioso.–– un dolor en su vientre lo hizo quejarse, no sabía que era pero su instinto lo hizo volver a pujar, volvió a mirar entre sus piernas ¿Toda esa sangre era suya? ¿Por eso sentia tan débil? Penso pudiendo mantener apenas sus ojos abiertos. Dejo el pequeño cuerpecito sobre su pecho para así darle calor y sin poder aguantar más sus ojos se cerraron volviéndose todo aún más oscuro.

[⛓️⏳⛓️]

Sintió su garganta doler al igual que todo su cuerpo, se movió en su lugar soltando algunos quejidos, por instinto llevo sus manos hasta su pecho aún con sus ojos cerrados, abriendolos al instante y sentándose inmediatamente al no sentir el ligero peso de su bebe, miro a todos lados, había más luz, pudo ver la mesa donde había un plato con un trozo de pan y un vaso desechable, junto a esto el pequeño roedor que lo había estado acompañando durante todo ese tiempo, miro sus manos estás estaban limpias al igual que sus ropas, su corazón se agito al no ver a su pequeño, con dificultad se levantó y a pasos lentos se acercó a la puerta cerrada, golpeando con sus puños.–– Mi... bebé... ¡¿Dónde está mi bebé?!

La puerta fue abierta con brusquedad y su boca fue cubierta con gran fuerza que lo hizo cerrar los ojos por el dolor.–– Maldición, cierra la boca.–– la acelerada respiración cerca de su rostro lo hizo estremecerse de una manera tan asquerosa que no pudo retener sus lágrimas. –– Quiero que te mantengas en silencio...–– la mano en su rostro se alejo.–– olvídate de ese enjendro, no volverás a verlo nunca.

Negó con su cabeza, sintiendo sus ojos llenarse nuevamente de lágrimas no pudiendo contenerlas más.–– ¿Dónde está? Llévame con el... o tráelo aquí, es mi bebé... no puedes...

–– Oh... claro que puedo, no quiero que esa cosa te distraiga, tu eres mío y sabes lo que tienes que hacer.–– sintiendo la mano contraria acariciar su mejilla hasta su cuello lo hizo retroceder.–– Y porque te quiero te daré un tiempo para que te recuperes ¿Te parece bien precioso? Ya después puedes complacerme cómo tanto te gusta.–– la nariz olfateando su cuello lo hizo chillar de miedo.–– Descansa y come.

El cuerpo que se había mantenido sobre el se alejo y al fin pudo respirar sintiendo aún el fuerte aroma a cilantro y whiskey llenando la habitación. Se dejó caer deslizandose por la pared abrazándose a si mismo, sintiendo el vacío de no tener el cuerpecito de su bebé entre sus brazos. Sabía que no había sido concebido de la mejor manera y que el odio y terror que tenía hacia el monstruo que lo había encerrado y lastimado lo sobrepasaba pero eso no significaba que odiara también a esa personita que no tenía la culpa de nada y su debil lobo estaba totalmente de acuerdo en querer cuidar a su bebé, pero el no saber dónde estaba lo llenaba de miedo. Sabía que estaba vivo podía sentirlo, solo había olfateado un poco el suave aroma que el pequeño desprendía, era leche con un leve toque dulce.

Haría las cosas mejor para poder escapar, tomaría como aprendizaje sus últimos intentos fallidos y buscaría la manera, porque a pesar de no tener fuerzas y sentir a su lobo demasiado débil igual o más que el, la idea de que algo malo le esté pasando a su pequeño lo llenaba de esas energías y fuerzas que necesitaba.

Ahora no solo era por el mismo y su padre si no también por la personita a la que le dio vida.

Estaba decidido.

Escaparía.

Saldría de esa horrible habitación.

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FixOn ⭐

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