Love again.

Vida mía.

Abrió sus ojos con dificultad, hace dias que se había estado sintiendo muy mal, aunque era lo que menos le importaba solo quería morir.
Hace un tiempo que no sentía a su lobo, casi después de haber despertado la primera vez en ese oscuro y desconocido lugar su lobo se había escondido, ni siquiera sabía cuánto llevaba ahí, ni si era de día o de noche.

Cuando el sonido de la puerta hizo eco lo único que pudo hacer fue encogerse intentadondo fusionarse con el sucio colchón.

Chillo al sentir un peso sobre el.

-- Shh... solo no te resistas, no quiero hacerte daño.--¿Cuántas veces había escuchado eso? ¿Cuántas veces había sentido náuseas?¿Cuánto tiempo llevaba en ese lugar?

Los gruñidos de satisfacción lo hacían sentir asqueroso, quería gritar, golpear y patalear, pero había aprendido a ni siquiera llorar de manera audible, acallaba sus quejidos mordiendo sus labios hasta el punto de probar su propia sangre.

En un momento todo se detuvo, su cuerpo no se sentía suyo, su mente estaba nublada y sus ojos estaban perdidos en la nada.

-- Come... tu cuerpo está perdiendo su encanto.-- esa voz se escuchaba tan lejana, ni siquiera sentía dolor al menos ya no le tomaba importancia como las primeras veces.

-- ¿P... por qué?

Una risa lleno la habitación y la puerta siendo azotada lo hizo dar un brinquito, sus lágrimas mojaron su rostro nublando su vista, su cabeza se sintió pesada y de un momento a otro todo se volvió negro.

[🥀🍊🥀]

Cubrió sus oidos ante los gritos del hombre frente a el, no podía entender que pasaba se sentía tan mareado por el fuerte aroma a cilantro.
Solo sabía que el hombre había llegado para inyectarlo con los hinibidores pero este al acercarse solo le había soltado una fuerte bofetada.

-- ¡¿Cómo pudiste?! Se supone que con los supresores y los hinibidores esto no ocurriría.

- No... se... ¿Que pasa?

-- ¡¿Que pasa?!-- una amarga risa lo hizo estremecerse.-- ¡Lo que pasa es que hay un maldito engendro creciendo dentro de ti!

Luego de mucho sintió a su lobo removerse, sus ojos se abrieron con terror ¿Un bebé de ese hombre? Ya tenía el dolor de la mordida en su cuello y ahora... un bebé.

-- No importa como, pero te lo sacaré, no puedes tener ningún bebé.-- de su garganta salió un gruñido que parecía más un chillido, su instinto había salido cuando el hombre se le acercó.

-- Se-señor... Woongin ¿Porque hace esto? ¿Fue por mi rechazo? Si es así lo siento mucho, pero era mi profesor y...

-- ¡Cállate! ¿Quieres saber la razón?-- se acercó al omega que mantenía su mirada al frente.-- Me
gustas es simple.

[🥃]

El tiempo pasaba y cada vez su vientre era mucho más grande, el alfa durante el último tiempo no lo había tocado, solo se aparecía para llevarle un plato de comida.

Durante todo su embarazo había sido horrible pues se sentía tan débil y enfermo que llegó a pensar que moriría en cualquier momento.

Una noche un dolor en su vientre bajo y espalda lo hicieron despertar, estuvo largas horas aguantando el dolor hasta que el aroma a whisky y cilantro llenaron la habitación haciendo que todo fuera peor, rogo al alfa por ayuda pues sentía un insoportable dolor, pero este simplemente lo había dejado solo exigiéndole silencio y cuando por fin pudo tener a su bebé en brazos su cuerpo no soporto más haciéndolo caer inconciente.

Al abrir los ojos y recuperar del todo su conciencia ignoro el dolor al notar la ausencia de su bebé y con todas las fuerzas que le quedaban hizo todo por salir de ahí. Su corazón se rompió aún más al escuchar que el alfa se había desecho de su pequeña estrella.

-- Por favor...-- desde hace días que estaba al pie de la puerta, su llanto no se detuvo en ningún momento, hasta que el hombre abrió la puerta.

-- No se que voy a hacer contigo, estás apestando el lugar.-- Hongjoong observó todos sus movimientos alejandose al ver como sacaba varias ampolletas y jeringas.-- Los inhibidores ya no hacen efecto así que intentaremos algo nuevo.

En un ataque de adrenalina al ver como las jeringas eran preparadas se levantó como pudo y tomando la silla corrió hasta el alfa golpeandolo fuertemente, tomando las llaves al verlo caer al suelo, abrió la puerta con rapidez su respiración y su corazón estaban totalmente acelerados.

Subió las escaleras y abrió otra puerta de madera está era más pesada, miro a todos lados, no sabía que puerta lo sacaría de ahí. Chillo al escuchar las fuertes pisadas y ese horrible aroma, tomo una de las manijas de la puerta más cercana y cerrando sus ojos deseó que fuera la correcta. Al abrirla una esperanza brillo en su ser al ver qué daba a lo que parecía ser el patio trasero, pero antes de que pudiera dar un solo paso afuera unos brazos rodearon su cintura, un grito salió de su boca siendo cubierta rápidamente, pataleo intentando soltarse pero la adrenalina había bajado y su cuerpo estaba debil.

Dejo de luchar al sentir su cuello arder.

-- No puedes dejarme, no puedes irte...-- sollozo al sentir el aliento en su cuello.

-- Lo siento... lo siento, n-no lo haré de nuevo ¡Perdón!-- sintió sus muñecas arder ante el apretón del amarre en estas.-- Me equivoqué... no debí.

-- Un lo siento no es suficiente, cariño, te quedarás así un tiempo hasta que aprendas.-- Hongjoong negó al ver qué su boca también sería cubierta.

-- Mi bebé, solo quiero a mi bebé... es un recién nacido me necesita.-- sollozo.-- Por favor... me quedaré aquí pero se lo ruego...

El hombre chasqueo la lengua negando.-- No puedo hacer eso vida mía. Tener a un bebé aquí sería un gran problema y ya te lo dije no quiero que te distraigas, solo te quiero para mi.-- acaricio la mejilla del omega quien se encogió.-- Desde ese día supe que tú eras especial... esos suaves jadeos que salían de tus labios, la manera en la que te estremecias... el como tus cejas se fruncian y tu boca se abría suavemente, desde ahí te volviste una necesidad y ahora que te tengo no te dejare tan fácil.

-- Era usted.-- Esas palabras hacían que a su mente llegarán los recuerdos de aquella vez cuando estaba con Yunho en el salón vacío. Yunho... ¿Cómo estará? ¿Habrá seguido con su vida?

Si, es lo más seguro, alguien como el no estaria solo por mucho tiempo.

Se perdió tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando fue amordazado, menos cuando el hombre se acercó con cuatro jeringas listas.

Miro sus piernas, notando los rasguños y moretones en estas, las encogió al sentir las manos del alfa acariciarlo antes de inyectar la sustancia.
Cuando el hombre se alejó, con pesadez levantó la mirada sintiendo sus ojos cerrarse, sus manos se estaban estumeciendo al estar atadas sobre su cabeza en uno de los tubos sobre el.

Sin poder aguantar más dejo que sus ojos se cerrarán.

[🥃🍊]

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