Algunos días más tarde Abaddon se encontraba en la tienda, le dio su cambio a una adolescente que lo observó con miedo y curiosidad a la que ignoro y recogió su cabello con un par de pinzas y bajo la mirada cuando Fred lo divisó momentáneamente desde el otro lado del mostrador y le sonrío.
Las cosas entre ellos no eran incómodas, no del todo. El pelinegro no creía las palabras del otro sobre merecer estar bien, pero aun así las apreciaba. Fred parecía no querer presionarlo demasiado al respecto, pero había estado más atento, parecía no querer dejarlo todo el día solo con sus pensamientos de auto desprecio.
Así que ahora a eso de las seis de la tarde después de cerrar se sentaban frente a la chimenea y Abaddon leía en voz alta para ambos, incluso se le permitía estar en el taller mientras Fred hacia algunos de sus inventos y el pelinegro le había enseñado a colocar protecciones más fuertes para que no se lastimasen.
El ojigris suspiró soñadoramente y se apoyó en el mostrador garabateando sin mucha precisión con una pluma el rostro de Fred sobre una de las libretas de precios. Era lindo como el mayor se esforzaba por actuar como un verdadero esposo o prometido.
Por supuesto todo era tan falso como un espejismo, pero la mera idea no dejaba de ser encantadora solo porque no fuera real. Aunque realmente no tenía una idea muy clara sobre lo que hacía un matrimonio. ¿Sexo? ¿Intimidad romántica? Las relaciones eran complicadas. Nunca le tomo mucha atención a lo que hacían sus padres, pero sabía que lo principal es el apoyo, el respeto y el cariño.
Probablemente con Fred cumplía las dos primeras, con George era un caso perdido. ¿Qué estaba haciendo mal? Ha tomado cada cosa mala, se ha mantenido firme y ha tratado de evitar reaccionar porque sabe que se lo merece, pero nada de eso parece ser suficiente. ¿Tiene que humillarse y arrastrarse como aún perro para complacerlo? ¡Eso nunca! Por mucho que le gusten los gemelos no se rebajaría de ese modo.
El tintineo de la campana se escuchó cuando Neville Longbotton entro por la puerta, el ojigris aún distraído en sus pensamientos y en el boceto ni siquiera lo noto, pero los gemelos se acercaron a penas lo vieron.
-Eh Plantitas ¿Has venido a comprarnos algo?-le guiño el ojo Fred con una sonrisa ladina. Neville sonrió y negó.
-Lo siento chicos, pero no.
-Entonces ¿A qué has venido?-pregunto George sonriendo con curiosidad.
-Vine a ver a alguien.-afirmo divisando la cabellera negra y ondulada detrás del mostrador.
-¿A alguien? Así que buscando novia Neville. Eres todo un pillo-se burló George mientras Fred sonríe y niega mientras mira de reojo a Abaddon que parece ido.
Neville se burló y los ignoro pasando de largo a ver al pelinegro, camino hacia este con una gran sonrisa melancólica, le echaba de menos y le habría gustado ayudar a la familia si hubiera sabido donde estaban.
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coмproмιѕo y pαrιαѕ¹
Fanfiction¿𝑸𝒖é 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒏𝒂𝒊𝒑𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒊𝒅𝒐 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒎𝒐𝒓𝒐𝒏𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒛𝒂? Fred W x Male Oc x George W.